Mientras eso hace en Caracas, le dice a Asnardito en el Delta, “púyale” hijo.
Yelitza Santaella, flamante ministra de Educación, quiere aprovechar la actual coyuntura que la ha puesto a un paso del presidente Maduro, para tocarle cada vez que puede el tema.
La alta funcionaria le ha jurado a los suyos que tiene la fórmula para desplazar del poder a la actual mandataria deltana.
Viniendo cada vez que puede, rescatando a sus partidarios, redoblando las inversiones ministeriales, otorgando ayudas e impulsando la juventud del partido de gobierno, pretende realizar una definitiva encuesta midiendo fuerzas entre la gobernadora y su hijo, para presentársela a Diosdado y al Presidente.
La cuádruple gobernadora (dos en Delta Amacuro y dos en Monagas), no cesa en el empeño de “ponerle mano” a su tierra natal, motivo desde que se fuera hace 15 años de todos sus desvelos.
¿Qué carta guarda bajo la manga? ¿Qué tan cierto es que tiene como promover el cambio? Al igual que los toros, estamos ante una nueva envestida que pretende devastar y mandar lejos de la plaza a la torera.
¿Y Maduro? Sonándole los oídos.
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