Wilmen Alberto Dicurú
La principal carta de presentación de Lizeta Hernández para este 21N, en el marco de las megaelecciones programadas por el CNE, es haberse crecido ante las adversidades; tarea nada fácil la que les tocó a los gobernadores de turno, con un presupuesto ajustado y limitado únicamente al pago de los trabajadores.
Al mismo tiempo se presenta una pandemia, hecho inédito los últimos 100 años, sin embargo, la hija de Picho se puso los pantalones y se colocó a la cabeza de la batalla con su equipo de trabajo y lograron establecer una serie de ensayos que a la postre, convertidos en medidas efectivas, han representado una fortaleza y un ejemplo para el país. Gracias a su incesante accionar, el Delta es uno de los estados donde el Covid 19, se mantuvo dentro de límites razonables reduciendo al mínimo su impacto.
La compleja situación del país, producto de las medidas correctivas impulsadas desde EEUU con el lobby de la élite de los partidos de oposición, impulsando la escasez de combustible que trunca el desenvolvimiento de la economía deltana, tanto terrestre como fluvial, afectó cuantitativa y cualitativamente a cada sector, con especial énfasis a los productores, comerciantes y a los servicios de salud.
Cabe destacar el apoyo de los cuerpos castrenses, organizando por número de placa a cada sector que surte combustible según vaya llegando al Estado. Esto se logra con gerencia, distribuyéndolo equitativamente y haciendo del conocimiento público, que el combustible proviene del Estado Anzoátegui y el suministro se ha visto limitado debido al daño sufrido en la vialidad que nos comunica con Monagas.
En el caso del transporte de alimentos, en ocasiones hay que esperar que las gandolas se desocupen en otros estados para poder llegar al Delta, debido al alto costo de los repuestos derivado del juego perverso con la divisa extranjera para socavar las bases de nuestra economía, sin embargo, nuestra mandataria ha cumplido abasteciendo más de 50.000 familias en los ciclos de distribución de alimentos.
El efecto Trump, apoyando las iniciativas golpistas en Venezuela, hizo que los alimentos desaparecieran de los anaqueles, quedando nuestro pueblo envuelto en penurias, producto del asedio al que fuimos –y somos- sometidos. Antes Trump, ahora de Biden, no nos permiten comprar los alimentos para el pueblo intentando derrocar al presidente Maduro, asfixiando concomitantemente al colectivo deltano, que lidera la Dra. Lizeta Hernández.
En respuesta, Lizetica crea en el Delta, Wabinokoida, que ha sido el pilar fundamental de la alimentación de los deltanos con los carbohidratos y las proteínas, cuando es posible suministrarlas. En momentos coyunturales, plenos de vicisitudes adversas es donde Lizeta Hernández se ha crecido, con mucho sentido de pertenencia y compromiso con su pueblo. Con algunos desaciertos, algo que es normal entre humanos, ahora bien, este 21N, el pueblo deltano le dará su confianza nuevamente para que repita como gobernadora e igualmente apoyará a sus 4 alcaldes, a los representantes al concejo legislativo y a las cámaras municipales.
Lizeta va para 17 años gobernando e impondrá un nuevo récord en Venezuela.
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