Cuatro puñaladas le propinó a su exmarido este viernes a las 9 pm en el sector Deltaven, enviándolo de forma expedita al servicio de emergencias del hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita.
Según la hermana del sobreviviente de 62 años, por poco abordó un vuelo directo y sin escalas, al recóndito mas allá.
El balance arrojó, tres cuchilladas frontales y una en la espalda, con lesión renal incluida.
Un funcionario del centro asistencial, manifestó que uno de los puyazos le rozó la arteria femoral, cuya perforación de haber ocurrido, significaría el final.
Por añadidura, otra puñalada le cortó superficialmente la aureola del pezón izquierdo, a la altura del corazón, a tan solo centímetros del órgano vital, en una muestra de indiscutible puntería. “Si la hubiese direccionado de frente, en vez de lanzarla de costado, estaríamos velándolo”, indicó un familiar.
Que hizo el “muerto vivo”, para provocar tal reacción, no se sabe, lo cierto es que un altercado de mucha intensidad ocurrió. La dama de nombre, E. J. Mayorga Reyes de 49 años, fue aprehendida por los indestructibles del Servicio de Investigación Penal (SIP) de Polidelta, ahora con sede propia en la avenida principal de la urbanización Dr. Delfín Mendoza.
El sagaz London, director de Polidelta y el inquieto Galindo, jefe del SIP, felicitaron a sus muchachos, por la detención casi inmediata.
El procedimiento se realizó donde se produjera la acción, en una humilde vivienda frente a la emisora Plenitud 103.5 FM, una de las cuatro emisoras evangélicas activas en la capital deltana y la más antigua de todas.
Solo la cercanía de Dios, pudo explicar el milagro. De no haber intervenido, otro gallo cantaría.
