Las muertes frente a la residencia de gobernadores y las alucinaciones de la gente, I

A petición de los entrevistados para este especial, se les cambió el nombre real. 

Cuando Alejandro iba camino a casa conduciendo su moto sobre las 10 de la noche de un sábado durante el año 2020, en pleno encierro por la pandemia del Covid 19, vio a una chica frente a la esquina de la residencia de gobernadores en Tucupita. Estaba cerca de la escuela de educación inicial, entre los troncos de árboles. A medida que se iba acercando a la chica de unos 20 años de edad, calcula él, ella lo llamaba con sus brazos; gesticulando que debía detenerse. Mientras más se acercaba a ella, desaparecía lenta y progresivamente.

En la esquina de la residencia de gobernadores, por la avenida Guasima de Tucupita, han muerto en accidente de tránsito siete personas desde el año 2020 hasta el 2024, sin embargo, la lista de heridos se pierde de la cuenta: estos datos fueron recabados en consultas a funcionarios de Protección Civil, bomberos de Delta Amacuro y Polidelta.

De las siete personas fallecidas, cinco han sido hombres y dos mujeres; todos iban en motocicletas cuando tuvieron el accidente.

La mayoría de las víctimas han sido los motorizados. Algunos de ellos simplemente han sido encontrados muertos solos al amanecer, tirados en el pavimento y su motocicleta al lado, con evidentes abolladuras. De acuerdo con las cámaras de seguridad instaladas en la residencia de gobernadores, cuyos registros han sido revisados, no lograron captar al menos este último caso mencionado.

Este lugar corresponde a una de las curvas más peligrosas de toda la localidad. Entre las personas de renombre que han perdido la vida allí, está el empresario que tuvo varios abastos y otras propiedades, y al que se le obvia el nombre para que sus familiares no se sientan involucrados en este post y su contenido.

Alejandro, un chico de 24 años de edad que trabajaba en una farmacia del centro de Tucupita durante el encierro por la pandemia del Covid 19, vivió una experiencia que hasta ahora lo perturba, porque estuvo apunto de morir tras atravesar por un extraño episodio. Hasta ahora no ha podido determinar lo que le ocurrió.

Eran las 10 de la noche y él ya se iba a su casa en el sector San Rafael, más al sur de Tucupita. Él admite que estaba agotado, pero totalmente en sus cabales.

«Cuando uno agarra la vía con una moto o un carro, uno está más atento, como que se te quita un poco de todo, porque tu vida está en tus manos», explicó.

Avanzaba por la avenida Guasima de Tucupita cuando a lo lejos mira una chica. Le pareció extraño debido al encierro social obligatorio que estaba vigente y más todavía porque ella se encontraba al frente de la residencia de gobernadores.

Él iba a media velocidad, no recuerda exactamente lo que marcaba el velocímetro, pero a medida que se acercaba más a la chica, ella iba desapareciendo; la atención de Alejandro se había enfocado en este extraño fenómeno y por segundos olvidó tomar precaución en la curva, fue cuando… Continuará.

Las muertes frente a la residencia de gobernadores y las alucinaciones de la gente, II

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