Dos personas mayores consultadas en Tucupita manifestaron este martes 7 de octubre que recurren a la venta de “tetas” (helados caseros) o a cualquier emprendimiento informal para poder comprar sus medicinas, mientras esperan el pago del denominado bono de guerra económica.
Marina Sánchez, habitante del sector Carapal de Guara, expresó que en estos momentos difíciles no le queda más opción que esperar con paciencia el bono de guerra, ya que es el único recurso que le permite cubrir los gastos de los medicamentos que necesita para controlar la tensión arterial.
La señora Sánchez mencionó entre ellos el medicamento Lisilet o Lisinopril, cuyo precio, según ella, ronda los 4.600 bolívares. Asegura que, además, se dedica a vender “tetas” (bolsas de helado casero) para reunir la plata necesario y poder comprar sus medicinas.
“Vendo tetas para obtener algo de dinero, mientras espero el bono de guerra. No es mucho pero me alcalza para mis medicamentos. Gracias que mi hija me ayuda a preparar y a venderla”, dijo.
Marina Sanchéz destacó que a diario logra hacer entre 250, 300 Bs de la venta de “teta”, ya sea de moriche, o de sabores como de chocolate, mantecado entre otros. La unidad de este helado casero lo vende en 30 Bs.
Por otro lado, Mario López manifestó que también depende del bono de guerra para comprar sus medicamentos. Dijo que la prednisona, que utiliza para tratar su artritis, cuesta 1.200 bolos, mientras que la vitamina omega 3 tiene un precio de 800 bolívares.
Así como ambas personas consultadas, muchos adultos mayores en Tucupita recurren a la venta informal, el trueque o la ayuda de familiares para poder costear sus medicinas.
Actualmente, un pensionado recibe 130 bolívares mensuales, mientras que el bono de guerra que otorga el Gobierno nacional a través de la plataforma Patria equivale a 50 dólares, al cambio en bolívares del Banco Central de Venezuela.