Amalio Vásquez Zorrilla fue un torbellino de pasión
De los tucupitenses mejores, buenos son la mayoría.
Fundador y coreógrafo de Danzas Wirinoko Delta, mostró nuestras manifestaciones lejos, representándonos en eventos nacionales e internacionales.
Un infarto de esos que abundan estos días debido al intenso calor, abrió su pecho por dentro, enviándolo directo y sin escalas a los predios del Señor.
Artista de talento y corazón, al folklore venezolano dedicó cada gota de transpiración, poniéndolo muy en alto.
La sonrisa era su marca registrada y ella perdurará.
El buen Amalio dejó más que llevó, eso solo lo hacen los grandes.
Dios lo tenga en su Santa Gloria.
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