A “Chamuco” le fue requetemal la tarde de este viernes, borracho como una cuba, se le ocurrió levantarle la falda a una niña de 10 años tocando sus partes íntimas, no conforme con eso la reto a que le dijera a su mamá, acto seguido vinieron la progenitora y su esposa cayéndole a palos y, por último, por si fuera poco, el inquieto Galindo, jefe del SIP, por órdenes del sagaz comisario Jackson London, director de Polidelta, lo llevó más rápido que cantando al comando central del cuerpo policial en la calle Amacuro de Tucupita.
La muchachita había salido a buscar un peine en casa de la comadre “Chopa”, encontrándose, por desgracia, con el libidinoso vecino y sus compañeros de trago.
Según Galindo, “Chamuco” debe dar gracias a su rápida y oportuna intervención, ya que la dolida conyugue, con una mano de pilón de 1 metro de largo y casi 15 cm de ancho, le estaba poniendo blanda la mollera de tantos tanganazos, amenazando con dejarlo loco de por vida. Huelga decir que le quitó la pea al instante.
London envió la bebida al IVIC a hacerle un examen físico-químico, para descubrir el componente activo que enloqueció a “Chamuco” y solicitar que sea retirado del mercado.
A “Chamuco” de 36 años, cuyo nombre en la vida real es A. Navarro, le espera una posible condena por actos lascivos y un divorcio casi seguro al salir de la cárcel, a menos que pida perdón de rodillas, deje la bebida y se mude de La Orchila, en San Rafael, a un sitio bien lejos, donde no lo jalen los compadres y respete las niñas.
Pobre “Chamuco”.