El puente Orinoquia libró a los deltanos de las penurias padecidas durante años en las chalanas
Acortó el tiempo del recorrido e hizo posible que miles de personas acudieran sin contratiempos ni sobresaltos desde San Félix-Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar a Tucupita y viceversa.
Tomó 5 años construirlo y cada día que transcurría, incrementaba la ansiedad por verlo terminado, inaugurándose en 2006.
A la ceremonia asistió el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cortando la cinta con el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez.

La imagen que ilustra la nota, fue captada en pleno descenso desde un MD-80 de Rutaca, en el recorrido Caracas-Puerto Ordaz, a segundos de aterrizar.
Con hasta 40 metros de altura sobre el Orinoco y 39 pilas sosteniéndolo, tiene una extensión superior a los 3 kilómetros, con una trocha ferroviaria atravesándolo (Wikipedia).
Aunque interconectó a Monagas, Bolívar y Anzoátegui, si alguien lo agradeció, valoró y justipreció son los deltanos.

La cola para abordar las chalanas, el temor a ser objeto de hurto en ellas, los vehículos expuestos a roces innecesarios, la dificultad al descender a tierra firme, los días en que no hubo servicio, la tarifa del traslado, detonaron angustias y desencantos.
Luego de días lejos del suelo patrio, con solo verlo desde el aire supe que el Delta estaba cerca, mucho más cerca que 20 años atrás.
Tan chiquito y frágil que se ve.
