Jorge Salma respiró, luego de 8 horas continuas en la sala del tribunal de Control del Circuito Judicial deltano con un nudo en la garganta y oscuros presagios nublando su mente, la decisión final fue una bocanada de aire fresco y la inigualable sensación de recobrar la libertad.
Tres días después de haber sido detenido abruptamente por funcionarios de un órgano militar, señalado presuntamente de haber cometido el delito de trata de personas, volvió al Hotel Salma Suites, a la marca de fábrica, al lugar ideal, a su casa de los sueños.
Bajo una medida cautelar, que lo obligará a presentarse regularmente hasta que fenezca la causa, y el respaldo emocional de los deltanos en casa y los paisanos en la diáspora, compensó hasta el cansancio cualquier malestar que sufriera las pasadas 72 horas con las infinitas demostraciones de aprecio.
Hoy se sabe querido y el trago amargo que padeció, fue una circunstancia de la vida para hacerle saber que goza del afecto generalizado y el respeto de todo un colectivo.

Primeras declaraciones:
“Ante todo gracias a Dios, por este milagro, después a mi familia.
Mis palabras de agradecimiento se quedan cortas para reflejar lo que hizo la Cámara de Comercio y su junta directiva como tal; hicieron un gran trabajo, la Sra. Adelaida, que estuvo allí presionando, apoyando, motivando, al igual que la Sra. Carolina Pérez, el Sr. Antonio Pereira, toda la junta directiva reenviando mensajes, cadenas, al igual que los comerciantes, de verdad, no hay palabras para agradecerle al pueblo deltano, a todos, todos, todos.
Me he quedado impresionado, no me esperaba esta manifestación de afecto. Sé que cuando fui candidato tenía muchos aliados pero jamás imagine tener tanto apoyo.
Cuando me llevaban a hacer el chequeo forense en el Cicpc, los funcionarios me veían con una cara de extrañeza como interrogándose: ¿por qué a Jorge Salma? Fui una detención innecesaria, que no quisiera tomarme como algo personal.
En el Comando de Zona ningún funcionario me maltrató, únicamente una persona fue altanera. Lo que denominan la tropa, los suboficiales y oficiales se comportaron a la altura, como es su deber, como corresponde a la GNB en la nación. Sin yo conocerlos, me llamaban por mi nombre y se esmeraban en atenderme.
Agradezco también a quienes están fuera del país apoyándome con sus mensajes y cadenas.
Estoy consciente de que muchas personas quedarán por fuera, es un momento difícil para mí, estoy a minutos de haber salido en libertad y aun no logro digerir toda la información que se agolpa en mi cabeza. Fueron 8 horas en la presentación en tribunales, siendo un espacio de tiempo difícil, muy angustiante, hasta que se determinó mi inocencia.
Nuevamente mil gracias a todos, a todos los medios de comunicación, radios, prensa digital, televisoras, a todos, estoy impresionado, es lo que puedo decirte.”