El negocio iba viento en popa hasta que la interceptaron los gavilanes del inquieto Galindo
Durante más de un año, C. V. Marín González de 36 años fue objeto de señalamientos en las redes sociales. Mientras algunos la atacaban duramente, otros la defendían.
En medio de esa diatriba, aguas abajo las denuncias llovían. Más de 15 presuntas víctimas acudieron al Ministerio Publico, a manifestar haber sido estafados.
Con un modus operandi sencillo, aprovechando la fiebre de los San, los organizaba de alto rango, ofertando electrodomésticos, motos y carros, atrayendo incautos.
En ese juego de dinero, con uno tapaba otro e iba acumulando deudas. Se supone que, en el camino, pudo quedar a deber 10.000 americanos.
Aun así, no huyó del país. Rondaba el centro de la capital deltana, sin horario fijo, evadiendo a acreedores y oficiales de policía.
Correspondió a la Dirección del Servicio de Investigación Penal (DSIP) de Polidelta, tenderle el cerco. A medida que avanzaban los días, tras un arduo trabajo de inteligencia, lograron ubicarla.
Sin medios tecnológicos a su alcance, acudieron a los métodos clásicos de los pesquisas, contactando informantes, olfateando las calles y haciendo seguimiento a los allegados de la escamosa fugitiva.
Y el día tan anhelado llegó, este jueves 20 de febrero, en horas de la mañana divisaron a bordo de una moto una mujer con los rasgos característicos de la embaucadora.
Constatada su identidad, la invitaron amablemente a acompañarlos a uno de los comandos más conocidos de Tucupita, la casita azul de la DSIP en la urbanización Dr. Delfín Mendoza. Allí, serena y relajada, hizo frente por primera vez a la justicia.
Desde Polidelta, el P/C Esp. Belmory Medina, su director general, los felicitó. “Misión cumplida”, les dijo.
Y el inquieto Galindo, sonreído como a quien le preparan un bull de espumosa, le respondió, “en menos de una semana recuperamos el televisor que hurtó Tío Conejo, atrapamos al hombre invisible y capturamos la reina de las estafas, nos merecemos unos días libres”.
Belmory contestó, “con relación a los permisos por el buen rendimiento, los estudiaré con mi compadre, el zar de la seguridad, Com/J Noel Valderrama. Pronto les daré respuesta”.
Mejor que el inquieto y sus gavilanes, olviden la idea y esperen otra oportunidad.
“Hombre invisible” que hurtó en hotel La Rivera detuvo DSIP en Cocalito
