Volvió del más allá y el Ministerio Público le cocinó condena de 20

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Al “Loco Leo” lo creían muerto y apareció vivito y coleando por los lados de Táchira

Según los medios de comunicación estadales y nacionales, Elionel Bernardino González González, había sido apaleado y macheteado en plena selva deltana hasta dejar de existir.

Se habló hasta de un video donde se le veía en medio de una sesión de tortura, severamente aporreado, despidiéndose de los suyos (Desconocidos asesinan a “Leo” uno de los 14 fugados del retén de Guasina de Tucupita / Nueva Prensa de Guayana / Febrero 9, 2021).

Integrante de una fuga masiva en compañía de otros 13 internos del retén de Guasina en Tucupita, incluyendo el pranato, fue uno de los 5 supuestamente ajusticiados y el único del que no se halló el cuerpo. Los otros cuatro quedaron esparcidos sobre un camino de tierra.

Masacre sin resolver, arrojó la sorpresa de que no son 9 como se pensaba, sino 10 los prófugos. El gato de siete vidas que es “Loco Leo”, trabajaba y engordaba en Colombia, al punto que retornó con 20 kilos de sobrepeso, pensando que no lo reconocerían.

A dos años de presumirlo fuera de circulación, un paso en falso atravesando la línea limítrofe hacia los andes venezolanos, lo condujo de nuevo al calabozo.

Herramientas para la vida

Una somera revisión del SIIPOL en un operativo de rutina, mostró que se le busca por 2 crímenes y 3 heridos de bala en 2016, con el añadido de la evasión referida.

Una noche de aquel entonces, en dos episodios distintos acabó con dos personas e hirió otras tres, razón que lo llevó a la cárcel. Perseguía un enemigo al que se la había jurado, en compañía de tres secuaces, y no le tembló el pulso a la hora de ejecutar la acción homicida.

Nuevo juicio

Al muerto revivido, de nuevo enjaulado, lo sometieron a juicio en la circunscripción judicial del estado fronterizo, imponiéndosele los cargos vía telemática desde su ciudad natal, hasta que no le quedó opción ante la contundencia de la evidencia presentada por el Ministerio Público, que aceptar su responsabilidad.

Elionel se cansó de huir, declarándose culpable, aceptando dos décadas de condena. Se prevé que las purgue donde lo juzgaron, lejos de su tierra.

A 8 años de ser detenido y 3 de fugarse, creyéndolo muerto, volvió del más allá, demostrando que vivir es cosa de mentir, si sabes hacerlo.

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