Fátima Salazar regresó al Instituto Regional de Atención al Indígena (Irida), la institución donde básicamente comenzó su vida política, pero fue sustituida por otros presidentes, incluyendo su esposo, el señor Evaristo Rodríguez.
Tras ser diputada regional, desechar al chavismo, unirse a las filas del dirigente Jesús Hidalgo, también conocido como «Chugaby», y mantener serios enfrentamientos verbales públicos con la gobernadora, Lizeta Hernández, la hija pródigo ha vuelto.
Se desconoce de momento algún logro evidente de Salazar en favor de los indígenas waraos, tomando en cuenta que tuvo a cargo esta institución cuando Venezuela no estaba en recesión económica.
Por Irida han pasado los siguientes dirigentes: Jesús Jiménez, Fátima Salazar, Marbelis Medina, Evaristo Rodríguez, Eilyn Cedeño, María Ramos y Alexis Emilio Valenzuela.
El pasado miércoles la gobernadora de Delta Amacuro, Lizeta Hernández, anunció la salida de Alexis Valenzuela y la juramentación de Fátima Salazar.
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