El desalojo sin reparos ni ambages del barco explorador de la Exxon Mobil, el 23 de diciembre de 2018, de aguas venezolanas, marcó un punto de inflexión en la carrera de por si brillante, del Vicealmirante deltano José Rafael Hernández Abchi.
A cargo de siete comandos o plazas previamente, pudo demostrar con creces y probidad su alto nivel de desempeño, tocándole en esa incidencia de corte internacional, desplegar también su arrojo y valentía.
En días pasados, como ya lo hiciera durante tres años en Cádiz, España, supervisando la construcción de cuatro fragatas de combate, entre ellas la Warao PC-22, le correspondió desempeñar igual papel, atendiendo a los avances en las obras de construcción del Escuadrón de Lanchas de Combate, situado en el apostadero naval “TN Tomas Vega”, en la Bahía de Turiamo, municipio Ocumare de la Costa, estado Aragua.
Acompañado del comandante general de la Armada, Almirante Aníbal José Brito Hernández, realizó una visita de inspección, constatando los “avances de creación de esta unidad naval”.
Se prevé que la unidad esté equipada con 14 lanchas interceptoras clase Orinoco, tipo Damen, Interceptor 1102, apertrechadas con una ametralladora FN MAG de 7,62 mm y 1 lanzacohetes múltiples Fajr-1 de 107 mm de fabricación iraní.
Hernández Abchi, hermano de la gobernadora deltamacurense Lizeta, comanda en la actualidad la Escuadra Bolivariana, siendo uno de los 7 grandes comandantes de la Armada, y el primero y más joven de su promoción.
Huellas en el Delta
El próximo mes de junio, egresará la primera promoción de Subtenientes de Navío, que deben a su impulso y motivación, la admisión en la Escuela Naval de Venezuela, cuando era director de la misma.
Será entonces y luego de ese nuevo hito, emparentado históricamente con el establecimiento de la UNEFA en el estado, de la que fue director-fundador, cuando comience a calibrarse la deuda que los deltanos contrajimos con él.
Avanti Hernández Abchi.
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