37 años le tomó catapultarse hasta el máximo nivel
Video: cortesia Kaina TV
Irwing Monteverde va para 4 décadas pisando las pantanosas aguas de la política, sin hundirse en ellas.
Desde que fuera presidente del centro de estudiantes en la UEB Dionisio López Orihuela hasta el presente, no ha hecho sino avanzar en un recorrido, cuyo fin está lejos.
Tan solo en Monagas lleva 30, iniciando sus luchas en la UDO, constituyéndose en líder universitario, hasta alcanzar en la actualidad la diputación nacional, la jefatura del PSUV Monagas y la presidencia del bloque parlamentario estadal, multiplicándose para responder con igual dedicación a cada estamento.
Figura vigente de la ciudad distinta, sigue a ras del firmamento con metas por alcanzar. Profeta en comarca ajena, luego de tanto tiempo, es como si lo fuera en su tierra.
El líder que es, tiene un eslabón frágil, recordar el Delta lo conmueve hasta las lágrimas, sin poder contenerlas. Los ojos acuosos lo delatan, por mas que quiera disimularlo.
A este hombre menudo, ágil y enérgico, no lo asustan los tiburones, estando rodeado de muchos en el gran estanque oriental, manteniéndolos a raya con artes de torero.
En un claro ejemplo de cómo David se impone a Goliat, Monteverde atiende las 24 horas del día no dando tiempo a sus rivales de carcomerle el puesto.
Y pensar que todo comenzó siendo chamo y peso mosca, en un liceo de Tucupita cerca de su casa, con el Movimiento al Socialismo (MAS) como mentor y los incipientes sueños de cambiar el mundo típicos de cada joven que se respeta.
Nota del editor: la entrevista tuvo lugar gracias a las gestiones de Wildemar Jaramillo, secretario general del PCV en Delta Amacuro, a quien ofrecemos nuestro mayor agradecimiento.
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