Ante las redadas policiales que se han llevado a cabo en las últimas semanas en Trinidad y Tobago, algunos deltanos residenciados en la isla caribeña han optado por permanecer encerrados en sus residencias para evitar ser arrestados por las autoridades.
Jonny Rodríguez, quien vive en Arima desde hace tres años, manifestó que él, junto a tres de sus amigos, se mantienen resguardados en sus residencias debido a los constantes operativos. «Apenas salimos a trabajar y regresamos rápido después de cumplir con nuestras labores», expresó.
Rodríguez afirmó que Trinidad ya no es como antes, cuando podían transitar libremente a cualquier hora, como lo hacían en Venezuela. Además, confirmó que se ha incrementado la presencia policial en las calles de Arima.
El ciudadano de 31 años de edad explicó que, para adquirir comida, acuden a comercios cercanos y regresan rápidamente a casa. Su lugar de trabajo se encuentra a unos 15 minutos de la residencia de donde alquilan.
Por otra parte, Ángel Marcano, quien vive en Chaguanas desde hace dos años y medio, relató que tras los operativos ordenados por la primera ministra Kamla Susheila Persad-Bissessar, decidió permanecer en casa por su seguridad.
Marcano, quien se desempeña en labores de albañilería dijo que tomó la decisión de “casa al trabajo y del trabajo a casa” para evitar algún arresto. Aclaró que, antes de las redadas, solía salir a compartir en bares, pero ha dejado de hacerlo.
Así como Ángel, son muchos los deltanos que han optado por refugiarse en sus hogares una vez que terminan su jornada laboral.
Durante las primeras semanas de junio, al menos 17 venezolanos fueron detenidos por las autoridades en una residencia de Tunapuna. Esa misma semana, funcionarios policiales informaron sobre la detención de 28 mujeres venezolanas que fueron encontradas en un «bar deportivo» en la zona de Mayaro.