Valeria manifestó estar bien entrenada y barrió con sus rivales por segundo año consecutivo obteniendo nuevamente la dorada
Fotos: Toni Medina (Kaina TV) | Yohel Moreno (Solo Deportes) | Video cortesía galería familiar
Lo de Valeria Narváez es digno de reconocimiento. No manifestó querer, desear, anhelar, ni siquiera profetizó ganar, triunfar, conquistar, simple y llanamente afirmó “Entrenar siempre da resultados y en el campeonato lo verán” y se afanó en comprobarlo.
Nieta e hija de luchadores, campeona vigente de su categoría natural, simplemente hizo lo que se esperaba, defendió como una guerrera su título en casa y en casa se quedó.
Siempre acompañada de su progenitor en las practicas, aun cuando no pertenezca a la plantilla de entrenadores, se nutrió de un proceso familiar luciendo como toda una monarca. Huelga decir que su mamá, es la más entusiasta de sus seguidores.

Fina y delgada, en teoría frágil y delicada, no aparenta la fuerza y determinación que posee, ni la aptitud y actitudes que la consagraron en el nacional escolar de Lucha sub 15, escenificado en el Delta. Ágil, diestra y enfocada, fue simplemente “dominante”.
Al final, tras obtener su cuarta victoria en fila, con la presea garantizada, se deshizo en nervios y exteriorizó las emociones contenidas en 13 intensas semanas de entrenamiento.
Felicidades.
