Un usuario de la transportista deltana Transdelta, hizo llegar a nuestro despacho una nota de queja sobre lo que considera es un servicio deficiente.
En virtud de las quejas expresadas en sus líneas, decidimos publicarla en forma literal de manera que pueda ser evaluada y ponderada, y se determinen los correctivos a que haya lugar.
“Transdelta no posee oficina en el terminar de Puerto Ordaz, allí comienza el calvario, tras adivinar que el encargado de expender los boletos improvisa su oficina al lado de un vendedor de café y cigarros, este llega alrededor de las 7 de la mañana; el primero en anotarse, que llegó a las 4:00 am, obtiene el número 10 de los 15 cupos que están disponibles para los pasajeros de Puerto Ordaz, ya que el listín viene con 9 nombres ya anotados.
Se les informa a los pasajeros que deben estar a más tardar a la 1:30 pm, ya que el bus sale a las 2:00 pm. El bus llega a las 2 y se les dice a los pasajeros que aún no pueden abordar porque los conductores van a almorzar y equipar combustible, tras larga espera reaparece el bus aproximadamente a las 5 pm con los pasajeros de San Félix, montan a los pasajeros con supuesto pasaje de retorno y los que están anotados en el listín deben optar entre venirse parados o la devolución del dinero.
Aunado a esto estaba otro bus de Transdelta, el cual no permite llevar algunos pasajeros para solventar el exceso argumentando que ese era un servicio especial, otros decían que privado, lo cual nunca logramos entender. Lo cierto es que de este bus lo único especial fue que bajaron dos bidones de aproximadamente 20 Lts. de capacidad cada uno, contentivos de un líquido «DESCONOCIDO», los cuales fueron transbordados a un vehículo Toyota de los denominados batalla larga, cuyo conductor de la unidad, nos indicó que a ese era que debíamos haberle reclamado ya que era uno de los «jefes» de Transdelta. Afortunadamente, para ellos, no quedó evidencia gráfica del transbordo.”
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