Un futsal con mucha empatía

José E. Cedeño González

Cada quien elige lo que desea hacer, pero existe una realidad que debe ser observada por todos los deportistas, y cuando se expresa todos los deportistas, no debe quedarse ninguna persona fuera; léase bien amiga lectora, amigo lector, en los distintos ámbitos que comprenden o donde se practican los deportes, ahí deben estar incluidos aquellos que en oportunidades adversan los intereses propios. Es la dialéctica de la vida, en cada mundo caben propios y extraños, constituyendo un pequeño universo.

Eso sí, no debemos caer en la trampa de quienes tienen intereses propios e individuales, de los que en algunas oportunidades ni siquiera toman en cuenta que quienes realizan el espectáculo, son los deportistas. El 30 de julio del año 2015 se escribió por este mismo espacio un tema intitulado: “Los amos de los anillos.” En esa ocasión, se hizo alusión sobre como algunos interesados desde el punto de vista económico mueven el deporte y las competencias, sin importarle otro fin que no sea el económico.

Las personas deben ser empáticas con sus prójimos, aun cuando los mismos sean adversarios, la humanidad en amplio sentido debe ver con respeto lo realizado, y lo que está por hacerse, sobremanera en lo concerniente a la actividad deportiva, porque como bien conocen ustedes amigas y amigos, el deporte une a la gente, sólo que dicha unión debe hacerse con empatía, solidaridad y condescendencia en todas las direcciones. Lo antes expresado da paso a la sana formación deportiva en valores y principios, y a una mejor competencia en los distintos niveles, donde solo haya la necesidad de cumplir los proyectos con diafanidad y prestancia, y que los mismos se cumplan según lo programado por el equipo de trabajo de cada club deportivo.

El apasionante mundo del fútbol de salón es un digno ejemplo de cómo hacer empatía; a pesar de las supuestas excepciones que esgrimen otros, quien suscribe el presente espacio aun no logra divisarlas, solo se observa el amplio plano de la cordialidad y el entendimiento que practican los salonistas en todos sus reglones, lo que es igual a decir: los jugadores, entrenadores, árbitros y dirigentes, y si son del género femenino, más todavía.

Si por alguna situación sientes que no logras hacer empatía en el ámbito deportivo, es necesario que trabajes en ese sentido, ya que es una necesidad encaminarse en las mejores y más virtuosas rutas que ofrece la competencia, de esa forma, el atleta y quienes lo acompañan pueden disfrutar del gozo y regocijo generados tras el éxito de alcanzar la meta y lograr que se cumplan los objetivos.

La causalidad a este respecto, es que se hagan las cosas bien para que todo salga bien, no es de otra manera, es y será en ese único e irrevocable sentido, en el entendido de que todo funcione acorde a lo planificado, previsto y ejecutado.

Trabajemos el alma como seres humanos, teniendo por delante la presencia del Creador, quien en todo momento está presto y dispuesto a brindar la ayuda correspondiente. Amigo deportista, no te dejes confundir, la humanidad es amplia y diversa, y por tanto debemos estar donde podamos ser útiles y de provecho para todos, que la etiqueta sea de ellos y sus intereses.

Amigas y amigos estamos para servirles, nos leemos en una próxima oportunidad, para contactos por Facebook: José E. Cedeño Gonzalez (El hijo mayor de Otilia Gonzalez).

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