Un 4F-92 en Tucupita

Por Juan González

A Alcides Moreno, Dámaso Pérez Simoza, Simplicio Hernández, “Picho,” y Aníbal Ortega, integrante del Comité Bolivariano de Solidaridad en 1992 en Delta Amacuro y con quienes compartí muchas luchas y sueños, desvelos y esperanzas por la Patria Buena.

EL 4F-92 EN TUCUPITA (I)

AMANECIÓ DE GOLPE

En 1992, yo tenía 4 años que había sido sacado del Liceo Creación Piacoa, en el caserío Piacoa, capital de la parroquia general Juan Bautista Arismendi del actual municipio Casacoima, por orden del CES de AD y trasladado a la Escuela Básica Dionisio López Orihuela con las mismas 30 horas de clases, pero con dos asignaturas: Historia de Venezuela de 8vo grado y Geografía de Venezuela de 9no grado.

Para ese entonces yo estaba viviendo en casa de mi hermana Blanca, ubicada en la carrera 4 de la Urb. Delfín Mendoza. El lunes, como de costumbre, me acosté temprano porque a las 7 am comenzaban mis actividades académicas. Serian aproximadamente las 2 de la madrugada del martes 4 de febrero cuando fui despertado por mis sobrinos para ser informado de una intentona de golpe de estado.

A la 1 de la madrugada, el Presidente Carlos Andrés Pérez se había dirigido al país a través de Venevisión y supongo que quienes lo vieron y lo escucharon, comenzaron a llamar por teléfono a sus familiares, vecinos o amigos para ponerlos al tanto de lo que estaba ocurriendo en Caracas. Al poco rato salí a la calle y había muchos vecinos parados conversando sobre la sorpresiva acción de un sector de las Fuerza Armadas.

En la plaza de Delfín Mendoza había otro grupo. Muchas conjeturas, especulaciones, porque estábamos muy lejos del epicentro de los sucesos. Pero si recuerdo que se hablaba mucho de un grupo paracaidista. Después de estar escuchando por largo rato las conversaciones de los grupos que estaban en la carrera 4 y en la plaza cercana, entré a la casa para ver qué información de última hora podrían dar a conocer por la televisión.

Nada nuevo, silencio, incertidumbre, tensa calma. Cuando percaté, eran casi las 6 de la mañana. Estaba en presencia del alba, ese 4 de febrero de 1992 las horas pasaron rápido, “AMANECIÓ DE GOLPE”, como el título de la película del camarada cineasta venezolano Carlos Arpúrua, relacionada con esa rebelión militar.