Wilfredo José Avilés Mosqueda de 28 años alcanzó a llegar con vida al Delta, sin embargo, en espera del médico cirujano falleció.
Su ingreso se produjo en horas de la madrugada del 1 de enero, tras ser trasladado por sus familiares hasta el hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita, donde dejó de existir.
Avilés, supuesto integrante de la organización conocida como el Sindicato de Barrancas, recibió un disparo a la altura de la sien derecha, una de las zonas más delicadas del cuerpo humano.
La ubicación de la herida indica que pudo ser ajusticiado. Su estado era grave llevando a concluir, que en caso de sobrevivir habría padecido daños neurológicos severos que pudieron haberlo condenado a la condición de vida vegetativa o a una pérdida de las funciones motoras, de la vista y del habla.
La víctima fue una de las 7 personas que cayeron por causa de las balas de una organización rival, cuyo origen e identidad se desconocen.
Se comenta extraoficialmente que los miembros del llamado Sindicato, pudieron conocer de la amenaza de un ataque, haciendo caso omiso del peligro por encontrarse envueltos en la celebración de fin de año.
Los otros seis fallecidos responden a los nombres de: Luis David López (26), Jesús Enrique Guzmán Abreu (27), José Luis Hernández (26), Raimond José Díaz López (27), Omar José Phillips Botaban (33) y una persona sin identificar de baja estatura y tez morena.
Avilés fue sepultado en su ciudad natal, donde familiares y amigos han mantenido jornadas de oración continuas en horas de la tarde noche, elevando plegarias en su nombre.
Una herida por proyectil de arma de fuego en la cabeza es algo tan grave que la gran mayoría de los afectados muere.
Un 80% de los casos no logran sobrevivir. Y el 20 por ciento restante que llega vivo al hospital, tendrá secuelas neurológicas.
Y morirán a las pocas horas, solamente unos pocos podrán recuperar su vida normal.
Desenfunda.com
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta