Opinión de José Cedeño
La sencillez de algunas personas hace la posibilidad de que quienes estén en su contexto tengan una mirada de cómo es determinada persona con ocasión de hacer un servicio para con su prójimo, servicio que puede ser de mucha utilidad para propios y extraños, para lo que no es ni siquiera conocer de quien se trata, sólo está de por medio el querer hacer las cosas de acuerdo con la necesidad que se presenta.
En ese sentido, se dice que algunos lo que quieren es estar a la orden de los demás en función de servir, y con eso se sienten conformes con ellos mismos, porque han tenido la oportunidad de hacer aportes sin esperar nada a cambio por ello. Lo antes expresado tiene mucho que ver con Teófila Rodríguez, a quien en el amplio mundo del fútbol de salón del oriente del país y de ciudad Guayana, con afecto le llaman con el seudónimo “la chachi.”
A mediados de la década de los años noventa del pasado siglo XX, luego de un proceso de elecciones dentro de la desaparecida Liga Municipal de Fútbol de Salón Caroní, dicha liga se quedó sin lugar para realizar las reuniones, y comenzar a ponerle orden al deporte de mayor práctica. En ese entonces, Teófila Rodríguez, con toda la disposición que siempre la ha caracterizado dijo: “Tengo un espacio en mi casa, y en la misma se pueden hacer las reuniones sin ningún tipo de problemas, lo ofrezco si ustedes quieren”.
Quien suscribe el presente artículo fue testigo en esa ocasión y otras tantas, donde “la chachi” siempre estaba presta y dispuesta a resolver en favor de lo que apoyaban los delegados y representantes de los equipos dentro del marco del respeto, como ella misma lo hacía saber.
La profesora Teófila Rodríguez, quien ahora también es abogada. En aquel entonces cuando acompañó al cuerpo directivo de la liga municipal, cumplió funciones de apoyo administrativo; así como hacer notas de prensa; ayuda en la búsqueda de recursos para los clubes deportivos del fútbol de salón, fueron las formas con las cuales se ganó el cariño de quienes la accedían dentro del fútbol de salón, todo ello para que los actores principales del fútbol de salón, como son los jugadores, y las jugadoras se sintieran con el reconocimiento que siempre han merecido.
En eso se destacaban las acciones de “la chachi” porque ella se hizo parte de ese activo equipo de los directivos de la liga, donde se hacía lo que deseaba la mayoría. Pendiente de los detalles, y de que se desarrollaran la actividad deportiva en las canchas de los distintos quintetos del fútbol de salón.
El servicio prestado por Teófila, se convirtió en la asistencia necesaria para todos quienes convergían dentro del fútbol de salón para ese entonces, porque no sólo se veía la disciplina como un deporte competitivo, sino, además, como un servicio social bien correspondido en todos los sentidos, y para el cual hubo que hacerse presente. Muchas gracias Teófila Rodríguez, por ser parte de ese amplio mundo del fútbol de salón, donde todos cabemos; gracias por el desinteresado aporte, y la ayuda como dirigente. Amigas, y amigos del presente espacio, agradecido por la atención prestada en cada oportunidad. Hasta la próxima con el favor de Dios, para contactos @Joseceden y o por Facebook / José E Cedeño Gonzalez (El hijo mayor de Otilia Gonzalez).
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