¿Tendrán conexión senegalés perdido en Tucupita y la embarcación de Mauritania hallada en Tobago?

Loris García | Aobonona Eku Publicidad

Después de la aparición de un ciudadano senegalés en Tucupita, pidiendo a los organismos de seguridad que le dieran un papel para quedarse en el Delta, se conoció de la aparición de una embarcación con 15 cuerpos sin vida, uno de ellos reducido a esqueleto, en las costas de Tobago, presuntamente proveniente de Mauritania, país de África colindante con Senegal, abiertos ambos al mar, y el último en abolir las prácticas esclavistas en 1980 en su continente.

Hoy en día los deltanos se preguntan: ¿Tendrán estos casos alguna conexión? ¿Cómo llegó el senegalés desde Trinidad a Tucupita? ¿Cómo arribó el bote mauritano a T&T?

Debemos recordar que el Com. Noel Valderrama, Secretario de Seguridad Ciudadana, en una entrevista concedida a este medio hizo referencia al nerviosismo extremo de El Hadj Abass, de unos 42 años de edad, manifestando con temor –y con terror- su negativa a regresar a Trinidad, ya que aparentemente estuvo secuestrado durante 6 años en la vecina isla.

¿Es posible que ambos casos tengan algún vínculo estando inmersos en una red de esclavitud, de la cual estos quisieron escapar y por eso los mataron?, con la particularidad de que sería el senegalés el único que corrió con suerte y se fugó.

Es importante destacar que también parece muy extraño y hasta imposible, que la embarcación encontrada en las costas de Tobago, viajara desde Mauritania hasta la nación caribeña, debido a que la distancia entre ambos países es de 5.473 Km., y los mauritanos suelen migrar ilegalmente a Europa, no hacia estas tierras. Cabe preguntarse: ¿Vivían en la patria del Steel Band?

El Com. Valderrama nos explicó, que debido al carácter eminentemente agrícola de T&T, país que se autoabastece de alimentos provenientes del campo y lo manifestado por el senegalés, acerca de prácticas esclavistas en vigencia, cabría pensar en la remota posibilidad de que los mauritanos hubiesen estado en tierra firme desempeñándose en ese tipo de actividades.

Aunque sea poco probable, las coincidencias en tiempo y espacio invitan a pensar en un punto de encuentro entre ambos hechos de carácter sorprendente.

Por último, el Com. Valderrama señaló que dadas las dificultades en tiempos de pandemia de trasladarse entre países, es posible que el senegalés aún se encuentre en su embajada en la capital de la República  y pueda ser contactado para aclarar este misterio. “Si las autoridades quieren, lo harán”, finalizó el Zar de la seguridad deltana.

 

 

 

 

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