
Todo el que respira aspira
No se trata de una ficción al estilo Cantinflas, tampoco de un exceso de tragos o una pesadilla.
Hermano de un exsecretario general de gobierno, siempre en opuestos carriles políticos, sueña que, al igual que a aquel, también le llegue su oportunidad.
En las filas de los ideólogos del Psuv, docente de profesión y carrera, con horas en varios liceos y en la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo, exhibe como principal argumento su formación y sapiencia.

De los denominados radicales o de extrema izquierda del partido de gobierno, jamás ha empuñado las armas, con su lengua afilada es suficiente.
De la cuadrilla de José Barreto, Gerardo Elías Núñez y Alfredo Marín Mata, forma parte de la línea dura o guerrilla comunicacional.
Casi jubilado de sus menesteres, anhela poder entregar alma, vida y corazón desde la Asamblea Nacional, a la defensa de la Revolución.

Con base en su popularidad, supone que ha de encontrar el apoyo del Poder Popular, entronizándolo a través del voto.
Lejos de la macolla en el nivel central, piensa que el eco de su nombre llegará, retumbando en los oídos de quienes evalúan los méritos y las capacidades de los militantes que asumirán funciones de gobierno.
Francisco “Tata” Correa espera en su hogar de calle Petión la carta de postulación, seguro que su historia será distinta a la del “Coronel no tiene quien le escriba”.
