El propietario del legendario Laredo Grill llevó su sazón a España
José Luis López, fue profeta en su tierra y hoy lo es fuera de ella. veinte días atrás, abrió un lugar de tapas en la capital de la nación europea.
Pequeño y acogedor, tiene como principal atractivo el carisma del propietario.
Asentado por mas de dos décadas en su natal Tucupita, Laredo atravesó por diversas etapas, constituyéndose en restaurant, karaoke bar, sala de fiestas, salón de eventos y discoteca, buscando siempre sortear la crisis.
Un día cualquiera de hace dos años, López, hijo de uno de los más connotados odontólogos que haya tenido el Delta, decidió que había llegado el momento de surcar nuevos horizontes.
Convencido y decidido, vendió hasta la platería y luego de un intento fallido de viajar al norte, se decantó por la península ibérica.
De aquellos aires a estos, mucho trajinó hasta reeditar su aventura empresarial en un país de habla hispana.
A quienes lo conocemos y sabemos de su empuje, solo nos resta desearle infinitas bendiciones, su trabajo hablará por él.
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