La historia fue contada totalmente al revés, la moto pertenece a la persona que se observa en la gráfica y la cartera de dama fue encontrada sobre el muro de una casa vecina al mayorista chino, siendo devuelta con sus pertenencias completas, incluyendo un teléfono celular.
La dueña del accesorio femenil, quizá lo dejó olvidado. Una señora que iba por el lugar la vio y con muy buena disposición la recogió, entregándosela al conductor del vehículo, funcionario de la policía del estado (Polidelta), para que este averiguara de quien era, haciéndosela llegar.
Cayendo la noche había sido retornada, sin cobro de recompensa, a manos de su propietaria.
Luego vino el enredo, con una denuncia gravosa, a través de las redes sociales, insinuando que se trató de un doble robo.
Por último, un mensaje de WhatsApp a este medio, aclaró la situación:
Buenas noches a todas las personas que estaban pendientes, gracias y disculpen las molestias, ya gracias a Dios se aclararon las cosas, la señora que aparece en las fotos no tuvo nada que ver en el problema y el señor devolvió las cosas sin ningún inconveniente…
Explicación que pudo haberse evitado si, los que formularon la acusación, pensaran dos veces antes de lanzar una piedra al viento, sin saber las consecuencias que ello podía acarrear.
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