Darwin Rondón, alias “blanquilla” o él “tarjetero” fue puesto en libertad.
Al más buscado de los estafadores de adultos mayores en el Delta, lo favoreció una decisión judicial fundamentada, según información extraoficial, en la carencia de acusaciones formales o señalamientos firmes en su contra.
Quedará, eso sí, bajo régimen de presentación, en previsión de que vuelva a caer.
Su egreso del Centro de Retención y Resguardo Policial Guasina se produjo el pasado lunes, acudiendo a la presentación ordinaria al Circuito Judicial Penal, del cual partió, cual ave al que le abren la jaula, con rumbo desconocido.
De apenas 41 años y una habilidad inusual para engañar al prójimo, tendrá sobre sus hombros la carga del refranero popular que afirma: perro huevero ni que le quemen la trompa, y el estigma de no conocérsele ningún oficio ni profesión, más allá de la de delincuente habitual.
Si alguien de tez blancuzca y gorra calada le ofrece combos de comida o pollos beneficiados a bajo precio y acto seguido le solicita la tarjeta de débito, córrale, él “tarjetero” anda suelto.
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