Alexander Amares siempre se queda en lista de espera
“Como un burro amarrado en la puerta del baile”, canción del Último de la Fila, se mantiene solitario “en un callejón por donde nunca pasa nadie”.
Al sempiterno secretario general de Gobierno lo han postulado a la alcaldía de Tucupita, al Consejo Legislativo estadal, al parlamento nacional, a la alcaldía de Casacoima, a la gobernación del estado, en fin, a todo lo que huela a poder.
Tanto lo mencionan, que el día que suceda, como el cuento del lobo feroz que venía a comer las ovejas, nadie lo va a creer.
Mientras el tiempo transcurre, el más conocido de los Amares, mantiene la boca cerrada para que no le entren moscas. Dicen que es de sabios callar y él lo práctica.
Obediente y cumplido, sigue haciendo las tareas en su despacho de la esquina de calle Bolívar y yendo adonde lo manden, seguro que algún día tendrá su premio.
Haber sobrevivido a los primeros 4 años de gobierno, mostrando siempre un bajo perfil, sin ambiciones ni pretensiones de suplantar la jefa, le garantizó 8 más con carácter de inamovilidad, atornillado al puesto.
Este 2025, como es costumbre vuelve a sonar, cada año electoral lo mientan de nuevo, la imaginación popular lo sitúa en los más encumbrados estamentos, sin que nada suceda.
Menos mal que Amares está curado de espantos, si no, como mínimo padecería una enfermedad mental o viviría perenne en el mundo de los sueños.
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta
