La parte trasera del teatro Aoriwakanoko de Tucupita sigue convertido en una guarida para para personas que incurren en diferentes delitos, tal como lo han denunciado algunos vecinos de la comunidad Alexis Macano.
La infraestructura abandonada, donde anteriormente funcionaron los compresores de los aires acondicionados del teatro Aoriwakanoko, forma parte de un complejo de escondite para la delincuencia. Pero no solo este sitio está bajo estas condiciones, sino todo el espacio que en alguna oportunidad albergó grandes eventos y que hoy muestra una cara diferente.
Este medio de comunicación hizo público esta realidad el pasado 28 de marzo tras las denuncias de algunos vecinos de Alexis Marcano. No obstante, luego de tres semanas, nadie se ha encargado de darle alguna solución al problema.
