Artículo de prensa de opinión/José Cedeño
Sic.
En el contexto del amplio mundo de la actividad física, son muchas las personas que de manera desinteresada aportan en gran medida a lo que la sociedad deportiva necesita. No sólo quienes están de manera activa disfrutan de esos efectos, sino además quienes están de forma pasiva e incluso en algunas oportunidades hasta terceras personas, ya que ser servidor es algo que en algunas personas es desde sus adentros donde se fermenta una especie de cariño en favor de quienes están cerca o forman parte de esa sociedad tan necesaria para la humanidad en general, ya que muchas acciones son como eslabón necesario pata poder ayudar a otras.
Un claro ejemplo de lo manifestado es cuando algún dirigente, arbitro, entrenador o deportista tiene dentro de su equipo familiar personas, que sin proponérselo más allá de lo que aprendió de su formación de raíces hogareñas, posteriormente expone de manera diáfana a quienes hacen la posibilidad de acercarse o hacer presencia en su ámbito, sea éste el familiar o vecinal. Es una situación digna de admirar en todos los sentidos, ya que en buena medida sentirse atendido no es cosas de darse en muchos lugares. Pero donde es una norma no escrita sentirse atendido es en la casa de Moraima Graterol, por allá por la comunidad de Barrio El Carmen, en Maracay la ciudad Jardín de Venezuela.
Muchos de los árbitros nacionales de Venezuela, han tenido la oportunidad de disfrutar del café, atención, orientación y excelente recepción familiar en Barrio El Carmen. La vinculación desde su núcleo familiar con el arbitraje, donde su esposo ha estado desde hace mucho tiempo, ha permitido lograr los vínculos de amistad, respeto, donde está de por medio los valores. Las acciones en atenciones tienen protagonistas dentro del mundo de los deportes, que antes de estar como dicen popularmente, detrás de las cámaras, las mismas fueron atendidas y comprendidas en otros espacios que en mucho ayudan. Quienes conocen a Moraima Graterol, saben de su disposición, como parte de ese equipo tan necesario y que ayuda a la formación de actores que en algunos espacios actores no lo son.
Así que, amigas, amigos de este su espacio, se debe tener presente que una cantidad importante de personas ayudan a diario desde los adentros, aportan sin llegar a los equipos técnicos, sencillamente están allí dando ese apoyo moral, y en muchas ocasiones son esa base que ha estado fundamentando no sólo desde el hogar, sino más hasta llegar a los espacios de las competencias, donde es necesario que quienes tienen participación deportiva se sientan apoyados desde lo moral. Buena esa Moraima Graterol, la sociedad te necesita, desde estos espacios muchas gracias. Hasta aquí con ustedes, será hasta la próxima oportunidad con el favor de Dios. Para contactos hacerlo por @Joseceden o por Facebook / José E Cedeño Gonzalez (El hijo mayor de Otilia Gonzalez).
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