Va transcurriendo el tiempo y el asesinato del tucupitense Owell González en Trinidad, permanece impune. El presunto homicida disfruta de plena libertad.
Plenamente identificado, se desconoce el paradero. Parece habérselo tragado la tierra.
Para las autoridades policiales de la nación caribeña se trata de una muerte más, un asunto entre venezolanos, por lo menos eso demuestran, no amerita su dedicación y entrega, ni es prioridad.
No ocurre lo mismo con sus familiares, devastados y rotos por dentro, sin paz ni sosiego, con el muchacho al que tanto le gustaba bailar, presente en la vigilia y el sueño.
En virtud de ello, acuden a la policía más efectiva de todas, a la que nunca se le escapa nada, la que siempre tendrá un ojo en cada lugar: la ciudadanía.
En tal sentido, ponen dos números telefónicos a disposición: 0424-965.78.00 y 0416-792.80.89.
Si lo ven, llamen por favor, se lo agradecerán en el alma.
El amor tejió la tela mortuoria de tucupitense Owell González en Trinidad
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