La playa de Santa Bárbara fue la opción escogida por los gobiernos nacional, estadal y municipal para brindar oportunidades de disfrute al colectivo deltano, luego de la larga sequía festiva ocasionada por la pandemia.
La apuesta funcionó, y el que fuera originalmente un relleno hidráulico para evitar el derrumbamiento de ese tramo de vía en San Rafael del Manamo, es ahora una de la playas más concurridas de Tucupita.
Complementariamente, los tucupitenses de la troncal 15 y las comunidades campesinas de la vía hacia Coporito, pudieron disfrutar en San Salvador, mientras que los residentes del sector centro acudieron a Santa Bárbara.
Lo mismo ocurrió en la troncal campesina Las Mulas – Palo Blanco, con varios balnearios a su disposición. Cerrando las opciones, hubo celebración religiosa y festividad nocturna en La Horqueta, y quienes desearon salir del municipio Tucupita, prefirieron Tabasca, Uracoa y el campo en Guara.
Aquellos se mantuvieron en el centro, tuvieron a mano la opción deportiva de la playa Riverside y la espectacular vista del paseo malecón Manamo, dando cabida a todos los gustos.
El calendario religioso se desarrolló con total normalidad y en el día, con excepción de la vigilia pascual en conmemoración de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, las personas pudieron cumplir con la devoción.
Este domingo Santa Bárbara presentará numeroso talento regional, ofrecerá la acostumbrada seguridad y despedirá la Semana Mayor con mucha alegría.
La gobernadora Lizeta Hernández y la alcaldesa de Tucupita Loa Tamaronis acertaron con la organización, el lugar y el talento artístico. Con un cierre de lujo Santa Bárbara se despide hasta el 2023. Que siga la fiesta.
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