A Noel José Caraballo Acosta (35), algo le salió mal esa noche. Tan mal, que le costó la vida.
Todavía sin precisar, posiblemente haya ocurrido la madrugada del domingo 14 de marzo.
Según un desprevenido transeúnte, tarde ya, parecía esperar a alguien al frente, en la acera.
Luego, tres o cuatro días después, el supuesto mal olor que despedía el inmueble, condujo a solicitar la comparecencia de los cuerpos de seguridad, produciéndose el terrible hallazgo.
Estaba maltratado y lívido, camino a desfigurarse, parcialmente descompuesto.
Buen inquilino
Por espacio de dos años alquiló la humilde casita de Inavi, en el sector Los Almendrones, comunidad de Deltaven, vía Guasina.
Cumplió religiosamente con el pago y la mantuvo como un crisol. Huelga decir que no generaba problemas, vivía solo y fue siempre un hombre de paz.
El exseminarista hacía honor a su condición cristiana. Compasivo, respetuoso, solidario y colaborador; un poco irreverente quizá, faceta que sacó a relucir cuando fuera miembro del Consejo Comunal, en la comunidad Raúl Leoni I, de la parroquia San Rafael, sin embargo, condescendiente y llevadero.
¿Conocía al victimario?
Es una de las tesis que cobra mayor fuerza. La vivienda no presenta signos de violencia, ni registra pérdida de sus principales bienes; se pudo conocer que lo único que falta, es su Canaimita.
Las puertas no fueron violentadas ni el techo vulnerado, no hay ventanas rotas.
El recinto permanece iluminado y presentable, con la oscura impresión, más una sensación que una certeza, de alojar el hedor de la muerte.
Avanzan las investigaciones
Los pesquisas del Cicpc hacen su trabajo, esperando ofrecer resultados pronto.
Caraballo era directivo de la Misión Sucre, en alguna ocasión fue candidato en una de las tantas elecciones internas del Psuv, lo que hace presumir que existe una mínima presión para esclarecer el homicidio.
Seguramente no tomará mucho tiempo, las investigaciones avanzan y los pesquisas están cerca, es cuestión de días… o de horas.
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