Agencias
Abundan las mutuas acusaciones entre opositores: “es un alacrán”, “es infiltrado”, “es traidor”, etc., etc. Pero, ¿cómo saber si una persona es opositora?
Respuesta: Hay señales básicas, por ejemplo, demuestra empeño por lograr un cambio político y, en base a ello, trabaja, abre caminos y señala vías alternativas. No basta con criticar y describir una realidad que todos conocemos y padecemos. Precisamente es en las propuestas que hace el opositor, donde se visualiza su característica como tal y su nivel político.
2.- ¿Hay varias clases de opositores?
RJ: Sí, de manera observable, básicamente dos: los que van a votar y los que se abstienen. Los primeros escogen la vía electoral para el cambio político. Esto implica reconocer las instituciones gubernamentales y poderes públicos, como el CNE, AN (2020), el TSJ y el ejecutivo, presidido por Maduro. Los que hasta el año pasado llamaron a la abstención van a negar esta realidad, ante la vergüenza de tener que admitir la derrota de esa irracional estrategia. Pero, aunque parezca contradictorio, reconocer esas instancias de facto no implica reconocer su legitimidad. Se reconocen para darles legalidad a través de la Constitución Nacional. Eso es un proceso escabroso, pero necesario.
3.- ¿Todo candidato opositor debería promover el revocatorio?
RJ: Eso es lo coherente. Si es opositor, está comprometido con el cambio político y, si escogió el camino electoral, lo correcto es que se identifique con la solicitud del revocatorio; de lo contrario estaría en otra trinchera, como mencionaremos más adelante. (Es como un río que desemboca en el mar). Si es honesto, deberá explicar, como parte de su discurso, que ningún cargo de representación popular se podrá ejercer de forma eficiente con las condiciones políticas y económicas que imperan en el país. Si un candidato no responde con claridad a preguntas relacionadas con este tema, es porque lo mueve su ambición personal o es un aliado del gobierno. Hay quienes se despojan de la careta de manera clara, como es el caso de Sr. Timoteo Zambrano.
4.- ¿Y los otros, los que se abstienen de votar?
RJ: Este sector, a su vez, se subdivide en varias partes:
A) Los que persisten en la tesis de Donald Trump de que Maduro y “su banda de criminales” no salen con votos. Solo una intervención armada podrá desalojarlos del poder. Para provocarla sería necesario endurecer las sanciones y el bloqueo. Su representante principal es María Corina M.
B) Los promotores principales de la Consulta Popular realizada el 12D del año pasado NO SE DAN POR VENCIDOS. Ellos insisten en que la voluntad expresada por más de seis millones de venezolanos debe respetarse y están dispuestos a acudir a organismos internacionales para hacerla valer, si Maduro no la acata. Está representada por ANCO y otras ONG
C) Los que confían en que a Nicolás Maduro lo van a enjuiciar por “crímenes de lesa humanidad”, en la Haya. Entre sus argumentos podemos mencionar: “No hay que desesperarse ni prestarse para ninguna ‘farsa’ electoral del régimen”. “Eso no va a tardar, la decisión está casi lista”. “Si hemos esperado 22 años, ¿qué nos cuesta esperar un poco más?”. “Solo cuando se lo lleven es que debemos participar, porque habrá el cese a la usurpación, gobierno de transición y celebración de elecciones libres y transparentes”. Esta corriente está representada por Antonio Ledezma.
D) Los que proponen, como estrategia para dar al traste con el régimen, una huelga general indefinida, acompañada de grandes manifestaciones de calle, “hasta que caiga la tiranía”; es decir, una “verdadera rebelión popular”. Aunque a nivel nacional, esta línea ya no cuenta con líderes de renombre, en Delta Amacuro está representada por el conocido político Pompilio Monroy P. y otros dirigentes de la sociedad civil.
E) Por último, están los que no entraron en las “maquetas” o no los anotaron en puestos “salidores”. Para ellos, la abstención seguirá siendo la “única solución”. Además, “los candidatos no son confiables”, predican.
Es necesario resaltar que un grupo importante de abstencionistas ha caído en la “estrategia del odio” propiciada por el oficialismo y “alimentada” en sus propias filas. La idea original fue de Joseph Goebbels y adoptada por su jefe, Adolfo Hitler, quien dijo: “Las masas son femeninas y estúpidas, solo la emoción y el odio puede mantenerlas bajo control”. El odio impide ver la realidad e incita a caer en la fantasía con relativa facilidad. Una prueba evidente es observar como a muchos les ha resultado imposible salir de las fantasías creadas por Donald Trump y su “teoría de la invasión”. Desde este punto de vista, es comprensible que estas personas satanicen cualquier otra vía de solución, como las que se buscan en México, por ejemplo. Lo triste de esta cruel “estrategia” es que no discrimina nivel económico, racial, cultural o académico.
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta