Alexa Álvarez le sigue los pasos a su mamá Onmariel Valenzuela, campeona nacional de lucha olímpica.
Desde niña practica esta disciplina deportiva y como toda soñadora, trabaja por superar los límites. Admira a su entrenador «Patón».
Vive junto a su familia en el sector 4 de febrero de Tucupita, uno de los más deprimidos de la localidad.
Participó en los pasados Juegos Deportivos de Venezuela, desarrollados desde el 31 de enero hasta el 12 de febrero de este año.
Allí obtuvo medalla de oro y la atención de la Federación Venezolana de Lucha Olímpica, el ente que la apuntó con un boleto directo a participar en los Juegos Suramericanos Juveniles que se llevaron a cabo en marzo, en la ciudad de Rosario, Argentina.
Alexa Álvarez volvió a brillar fuera de casa, regalándole otra medalla de oro a los deltanos y a Venezuela. El orgullo de Delta Amacuro creció y el nombre de la entidad invadió las redes sociales. Eran dos preseas doradas consecutivas.
Lizeta Hernández, gobernadora del estado Delta Amacuro, ofreció su apoyo a la atleta reenfocando su política deportiva, además de un apoyo directo de la que no detalló públicamente.
Pero la vida Alexa Álvarez estuvo en peligro la madrugada del viernes 8 de julio, cuando el chofer que trasladó a una delegación deportiva desde Caracas hasta Tucupita,la dejó sola en una zona de alto peligro.
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