¿Qué está generando tanta violencia de parejas en Tucupita?

Solo en 2024 se han registrado seis casos de violencia de género en Tucupita, al menos denunciados públicamente. 

A pesar de que la mayoría de las denuncias de violencia de pareja provienen de mujeres hacia los hombres, también existen casos en los que los hombres son víctimas, aunque ellos no denuncien por el estereotipo que la misma sociedad machista hay sembrado desde siempre. Ante esta situación, dos hombres y dos mujeres consultados en Tucupita ofrecieron su opinión sobre el tema y propusieron medidas para intentar frenar este flagelo en la entidad.

Las opiniones se comparten tal como las expresaron. Se aclara este punto debido a lo delicado del tema ante los avances en esta materia en el mundo: los términos y el modo de pensar de cada quien.

Alfonso Campero considera que este tipo de violencia está mal. A su juicio ocurre cuando en una familia hay un miembro (ya sea hombre o mujer) que tiene empleo y sostiene económicamente al hogar, mientras que el otro se siente menospreciado. Además, el consumo excesivo de alcohol también puede ser un factor.

Alexis Trillo opina que la descomposición familiar es la causa de esta lamentable situación en la localidad. Los padres inician este tipo de violencia frente a sus hijos, creando una cadena que se perpetúa con el paso de los años.

Sandra, otra de las consultadas, sostiene que no debería existir este tipo de violencia, que es causada por la falta de respeto mutuo. A pesar de que aparentemente todo está bien en la relación, las parejas se agreden y no se alejan cuando deberían hacerlo. “Ambos son sinvergüenzas, porque cuando una relación no funciona, se acabó, deberían separarse, pero no lo hacen”, declaró.

Anaís, por su parte, señala que la violencia surge cuando ya no existe respeto ni confianza entre las parejas, lo que lleva a manifestaciones físicas y verbales que son comunes en Tucupita.

¿Cómo frenar este tipo de violencia?

Según los consultados, los cursos de convivencia y disfrute familiar en las comunidades, el distanciamiento entre las parejas, las terapias y el diálogo entre los afectados podrían contribuir a reducir la violencia en la entidad.