Fotos: Olbert Moraleda (Kaina TV)
Carlos Prosperi, candidato a las primarias opositoras en representación de AD en resistencia, cambió totalmente las señas en su visita este 12 de agosto a Tucupita.
Conocedor de las dificultades de hacer política en el Delta, suministró una hoja de una de ruta enteramente distinta a la que finalmente ejecutó.
En vez de atravesar calle Pativilca, avanzó desde la redoma de la entrada allende a la bomba de gasolina. Y luego, cuando se suponía que se detendría en la plaza Los Fundadores, lo hizo clavando la espada de conquistador frente a la sede del otro AD, el de la tarjeta, el institucional.
Una jugada curiosa, supuestamente engañando a los partidarios oficialistas para evitar confrontaciones estériles en el camino, se detuvo frente a la casa partidista, matando dos pájaros de un tiro.
La caminata del chavismo, planificada para este sábado, fue suspendida temprano, con lo que pudo desplazarse sin contratiempos secundado por unas 200 personas.
Lo que le faltó fue ingresar a la sempiterna guarida blanca; de no haber estado cerrada, seguro habría entrado.
Con un discurso basado en los malos servicios y en las carencias fundamentales del pueblo venezolano, dijo haber sembrado toda la vida en Guárico, pretendiendo sembrar fertilidad en la política venezolana.
En su Twitter, ahora X, publicó:
“Seguimos recorriendo Venezuela, ahora nos encontramos en Tucupita, la tierra del palmito, una localidad con gran potencial pero que ha sido olvidada, durante estos 24 años.
Mi compromiso con este pueblo es la creación de un muelle que impulse la economía local, facilitando la comercialización y desarrollo del turismo”.
Con relación a la curiosa parada en la estación adeca, única que realizó, simbolizando el viacrucis de la muerte y resurrección de la AD unida, ¿será el presagio de nuevos tiempos gloriosos que vendrán? Quién sabe.
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