Prof. José Cedeño
A quien suscribe el presente espacio, un practicante del fútbol de salón lo saluda de manera nostálgica, y luego le pregunta: ¿cómo está el fútbol de salón? La respuesta fue casi automática, expresando con firmeza: el futsal está bien gracias a Dios. No había otra opción, es de esa manera. No sólo el futsal, los deportes están bien, quienes no lo están son las personas que debido a la pandemia no se dieron la oportunidad de ejercer su cotidianidad, realizar las actividades deportivas a que estaban acostumbrados, a recrearse como comúnmente hacían, a invertir, avanzar, aprender, educarse, formarse y en términos generales, como dijo un viejo amigo, que ahora es un amigo viejo: “no se debe vivir la vida por vivir.”
Lo expresado en la parte final del párrafo anterior guarda mucha relación con la frase: “cuando éramos ricos y no lo sabíamos.” Frase que desde hace unos años han estado diciendo algunas personas, como una forma de comparar los tiempos pasados y los presentes. Cabe la pregunta ¿dónde estaba usted que no sabía que era rico? Quizás en otro escenario, o con pensamientos distintos, que no permitían vivir la vida a plenitud, en razón de brindarse la oportunidad de analizar su presente.
Desde sus adentros, se pueden obviar aquellas acciones que de nada ayudan a tener un mejor desempeño en lo social, incluyendo el deporte en dicho ámbito. Algunas personas realizan encuentros con su niño interno como forma de ejercicio para vislumbrar una realidad permanente.
Algunas personas les han correspondido vivir de manera recurrente la misma experiencia, dicha situación no es de su agrado, y por lo general indican que tal situación es producto de la mala suerte. Es necesario cambiar o corregir para tener resultados diferentes, así como también estar atento del desarrollo de su diario vivir, y hacer la corrección en el momento indicado para no tener que hacer la tarea de nuevo o volver a decir que era rico y no lo sabía. También es prudente que se viva con responsabilidad, con mucho aprecio por sí mismo y para el prójimo. El amplio mundo de los deportes lo requiere, para que se tengan protagonismo en lo físico, en lo emocional, y que su rendimiento sea el esperado por todo el equipo que está encargado de efectuar la preparación.
Los tiempos son cambiantes, la sociedad igual, de eso se debe tener conciencia, pero de igual manera hay que estar presente en tiempo y lugar, para no ser sorprendido sin saber que hacer y decir al momento de la crisis, la cual debe ser superada por quienes la padecen, y por quienes la provocan, en fin, por toda la sociedad, para no tener que decir en el futuro palabras o frases de muy poco agrado.
Es necesario valorar lo que hasta ahora se tiene, y que el conocimiento no permita la sorpresa o lo inesperado.
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