La cruzada por la vida de Julio Cesar Barreto Maita de 20 años, se volvió una causa de todos los deltanos.
Donde quiere que estuviese un paisano, dentro y fuera de nuestras fronteras, seguía su evolución, rogando que mejorara.
Lamentablemente hubo un reclamo superior y se elevó más allá de la esfera celeste, al plano espiritual del Creador.
El fuerte impacto entre la moto que conducía y un carro la madrugada del pasado domingo, lo dejó postrado debiendo ser trasladado de emergencia a Maturín, estado Monagas, a fin de ser atendido por cirujanos especializados y neurólogos.
Cuando se gestionaban los recursos para una operación de índole mayor, exhaló el último suspiro.
A sus padres y abuelos, excelentes personas, nuestro más sentido pésame. Y a Julio, que atesoraba tantos bellos sentimientos, pedimos su luz para quienes más lo necesiten. Su bondad permanecerá por siempre entre nosotros.
