Daniel Zambrano, un joven que vive en San Rafael de Tucupita, vivió un momento de pánico que casi le cuesta la vida mientras se desplazaba en su motocicleta por la avenida Guasima, entre la clínica Podelca y la residencia de gobernadores. Este hecho ocurrió en la madrugada del pasado jueves 16 de enero.
Zambrano relató que, luego de haber compartido con sus amigos en el paseo Manamo, decidió marcharse a casa en su moto. Sin embargo, cuando transitaba a una velocidad mínima por un lugar conocido como «la esquina peligrosa», una niña vestida de blanco se le cruzó de repente, y él creyó haberla atropellado e incluso matado.
El joven de 26 años de edad contó que, al ver a la niña cruzando la calle, optó por usar ambos frenos, pero no pudo estabilizar su moto y cayó en una esquina, golpeándose las piernas. Una vez en el suelo, Zambrano miró rápidamente para ver dónde había caído la niña y comprobar su estado de salud, temiendo haberla matado. Sin embargo, no había nadie.
Él se levantó como pudo, a pesar del dolor en las piernas causado por la caída del vehículo sobre él, y revisó si había alguna señal de sangre en la calle, pero no encontró nada.
Además relató que, a esa hora, en el momento del incidente, no había nadie en el lugar ni pasaban vehículos, ya sea carros y motos.
«Apenas vi que la niña vestida de blanco salió de las matas que están en la esquina, frené y me caí. Gracias a Dios iba lento también», dijo el ciudadano.
Las muertes frente a la residencia de gobernadores y las alucinaciones de la gente, I
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