Dr. Claudio Fermín, presidente de Soluciones para Venezuela.
Dr. Rafael Marín, secretario general y demás miembros de la dirección nacional.
Se puede afirmar, sin caer en especulación alguna, que la situación actual del país, es quizás la más grave y la más grande hasta ahora conocida. También podríamos señalar que nuestro querido Delta, está atravesando una gravísima situación que no podríamos señalar como producto de la intervención Norteamericana en nuestros asuntos internos sino más bien en el deterioro progresivo de la calidad de vida del pueblo deltano como consecuencia de las malas políticas implementadas que han devaluado la producción agropecuaria, soporte principal de la economía regional.
Si a estas malas políticas en lo regional añadimos la hiperinflación que ha destruido la economía del país y no hay ni una sola medida nacional que pueda contrarrestar este mal, es fácil corregir que es el pueblo el que paga los platos rotos.
Como consecuencia de la falta de atractivos económicos para la población se ha planteado la salida de miles personas hacia otros países creyendo que en esas naciones van a conseguir lo que ellos creen que el gobierno nacional les niega: salud, educación, trabajo, mejores salarios y la posibilidad de ayudar a su familia desde el exterior.
Los deltanos, los más jóvenes, han corrido esperanzados hacia las naciones más próximas: Trinidad y Tobago, la República Cooperativa de Guyana y Brasil. Amén de los que buscan refugio en Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y las otras naciones del cono sur.
La aventura de los deltanos hacia Trinidad y Tobago los ha llevado a cometer excesos viajando en pequeñas embarcaciones, podríamos decir por los caminos verdes, sin ningún tipo de seguridad y desprovistos de chalecos salvavidas, por cualquier circunstancia adversa. Hoy, la población deltana se viste de luto porque una embarcación donde viajaban unos 30 deltanos náufrago en la barra de Cocuina donde fallecieron aproximadamente los 2/3 de sus ocupantes, un triste balance para un sueño convertido en tragedia.
A las autoridades regionales hay que pedirles mayor y mejor observación. Ser más diligentes, esto no es solicitar algo que pueda hacer, sino algo que está dentro de las características de los cuerpos de seguridad, algo obligante. En la Horqueta, población donde se supone salió la embarcación, existe un puesto comando de la Guardia Nacional Bolivariana. Es un decir en la región que si Usted quiere viajar hasta Trinidad, La Horqueta es un buen sitio para llevarlo hasta esa isla, violando, desde luego, la normativa legal.
Queremos hacerles llegar a las diversas autoridades policiales del estado Delta Amacuro, nuestra palabra de solidaridad para con la labor que desempeñan, pero los incitamos a seguir los lineamientos de la ley sin caer en tremendismos como la supuesta trata de blancas, donde se llegan a detener a matrimonios que aparentemente no tienen absolutamente nada que ver con este delito.
No queremos ser alarmistas ni tener una visión sesgada de la labor policial, pero es lo que se comenta en los mentideros sociales y, como dice el conocido refrán: “Cuando el rio suena, piedras trae”.
Agradecemos elevar estas consideraciones consideradas ante los cuerpos policiales nacionales con la finalidad de acabar de una vez con la violación al debido propósito y solicitamos una representación judicial nacional que pueda solucionar que sucede en el cuerpo de la justicia deltana.
Soluciones para Venezuela.
En representación:
Rubén Darío Mata Cabral
Ildemar Estrada
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta
