Lo peor fue que nadie hizo el intento de auxiliarlo mientas moría, ni siquiera las voces venezolanas a su alrededor.
Roger López de 26 años, conocido como “Boliche”, falleció regurgitando su sangre, ahogado en ella, sin posibilidad de salvarse.
Los cuatro sujetos fueron a ajusticiarlo, uno cantó la zona, dos de ellos lo sometieron y un cuarto le dio el tiro de gracia con un escopetín o “recortada”.
Cabe destacar que casi logra escapar, pero mas pudo la superioridad numérica de sus matadores y el disparo a quemarropa.
Fue un crimen intencional, con alevosía y premeditación, íntimo y personal. Los homicidas tienen apariencia caribeña, típicamente latina, posiblemente sean deltanos.
El hecho ocurrió el pasado sábado en horas de la tarde, en un local de juegos de envite y azar, al estilo casino, regentado por ciudadanos de origen chino, en la comunidad Princess Town, localidad en la que residen numerosos tucupitenses.
La víctima había ingresado en el descanso de su jornada laboral, a supuestamente comprar comida para llevar.
Roger residía en Villa Rosa, municipio Tucupita. Deja tres hijos. Para el momento de su deceso, laboraba en el sector construcción.
A pesar de llevar sombreritos de tela y gorras, sus rostros fueron grabados por cámaras del establecimiento y puestos a disposición de las autoridades, por lo que se espera su pronta captura.
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