Al matarife de 31 años, le llegó el tun tun de Polidelta a su vivienda de la comunidad Monte Calvario, municipio Tucupita, cuando menos lo esperaba.
Acusado de abusar sexualmente de una de sus hijastras de 15 años durante al menos un año, hacia menos de dos semanas que lo había hecho por penúltima vez.
Penúltima referimos, por cuanto no sabemos qué habría pasado si los muchachos del sagaz Jackson London, jefe del estamento policial, no lo detienen.
Definitivamente propenso a la carne, no le bastaba con la que despostaba en el matadero municipal y luego comía a diario en casa, quería otro tipo de carne, mas suculenta y provocativa.
Con el debido respeto a la mujer, el Diccionario de la Lengua Española define la lascivia como: 1.f. Propensión a los deleites carnales. Este pecado capital, vinculado al deseo sexual incontrolado, se había posesionado del sujeto detenido.
Por desgracia, la madre de la joven de 34 años también fue detenida ante la presunción de que pudo haberlo sabido.
Los muchachos del Servicio de Investigación Penal (SIP), bajo el mando del inquieto Galindo, sustanciaron el expediente, constatando y reflejando que hace un año comenzaron los abusos. Cabe destacar que contaron con el apoyo del veloz Martínez y la brigada motorizada para la aprehensión. En manos del Ministerio Publico reposan las actuaciones.
A este matarife glotón, le espera una larga temporada tras las rejas del renovado retén de Guasina. Cabe destacar que le costará comer carne, debiendo abstenerse y aprender que ciertos deleites son un grave delito.
Matarife: m. y f. Oficial que mata reses u otras especies y las descuartiza.
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