Por José Cedeño/Sic.
Los árbitros son una necesidad en todos los deportes. Su función principal es hacer cumplir las reglas del juego y garantizar que se juegue de manera justa para quienes están en la competencia. Evitar que quienes compiten tomen ventaja de situaciones injustas o cometer faltas graves sin ser penalizados. Los árbitros también son responsables de mantener la seguridad de los jugadores. Pueden detener el juego si creen que un jugador ha sufrido una lesión o si existe algún peligro para la seguridad de los actores principales del juego. En esencia los árbitros son una parte esencial de cualquier deporte que se juegue sobremanera en un campo o en una cancha. Su presencia es fundamental para garantizar un juego justo, seguro y emocionante para todos los participantes.
Cada día la necesidad de los árbitros en el juego se debe a que, en ausencia de ellos, los jugadores podrían tomar ventaja de situaciones ilegales o peligrosas y, por lo tanto, se pondría en riesgo la integridad física de los participantes y la justicia de la competición. Además, los árbitros también son importantes para mantener la disciplina y el respeto en el campo de juego, lo que contribuye a un ambiente de juego seguro y respetuoso. Es tan significativo e importante, que hay deportes en los cuales trabajaban tres árbitros, y ahora trabajan nueve (9) u once (11) además del apoyo tecnológico. En otro deporte de los más populares de la geografía mundial, trabajaban dos (2) árbitros, y ahora trabajan tres (3) más el apoyo tecnológico, eso sin contar con el personal de la mesa de control.
Cada día reviste de mayor importancia de los árbitros, ya que además de lo expresado con anterioridad, también es una garantía del espectáculo que se disfruta por medio de la actividad deportiva. Son hechos que suman en bienestar de la organización y preservación de la estructura organizativa de cualquier disciplina deportiva. Son múltiples y bien notables los ejemplos al respecto y, por tanto, se debe tener presente cuanto ayudan los avances entre unas y otras formas de incursionar o aumentar en favor del espectáculo, del protagonista, e incluso de la organización misma que en esencia hace el mayor aporte de manera conjunta con los quienes siempre están dispuestos a ser promotores.
Las oportunidades y proyectos no se pierden, si usted no las toma, no los aprovecha otra persona si puede sacar el mejor de los provechos. Luego lo que quedaría es ver para los lados y decir como dicen algunos separados del éxito: “nos robaron las ideas.” Se debe escuchar y quedarse con lo mejor, lo que permita hacer la consolidación de cada proyecto en favor del servicio. Amigas y amigos de este su espacio, muchas gracias por el tiempo que dedican a la lectura de estas letras, será hasta la próxima oportunidad con el favor de Dios. Para contactos puede ser por @Joseceden o por Facebook / José E Cedeño Gonzalez (El hijo mayor de Otilia Gonzalez).
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