Lizeta viajó a Caracas. Estará al menos 7 días en la capital de la República, fue a cerrar el recorrido que hizo por el Delta los últimos meses y a darse un baño ministerial, a dejarse ver pues. Y a mostrarse.
Un golpe de efecto, pirotecnia pública, marketing publicitario. Aquí estoy por si no me han visto, en las Grandes Ligas de la gestión gubernamental. Miraflores, Consejo Federal de Gobierno, parlamento nacional, Ministerio Publico, TSJ, Contraloría, etc. Las dependencias en las que han “negociado” los jefes.
Con noticias frescas para el presidente, le dirá lo que le ha dicho siempre “la situación está controlada, volverá a triunfar la Revolución”.
No solo la Revolución, primero partió Asnardito a los caños, luego estuvo Lizeta. Donde aquel hizo un nudo, la mandataria lo soltó; donde aquel no estuvo, esta lo amarró. Cacique que se le cruzó por el camino, Cacique que comprometió.

En realidad, mató dos pájaros de un tiro. Recorrió las zonas que menos suele visitar en el año y bajo el argumento de concretar el triunfo de la Revolución, concretó el suyo propio.
A la gobernadora durante 15 años, no la paraliza el miedo. Tampoco se queda en mostrar los dientes, acciona. Su eslogan preferido es: “no te preocupes, ocúpate”.
Tres lustros implican: licenciatura, especialización, magister y doctorado en política. Cuidado si no va camino al posdoctorado y rebasa las dos décadas.
Si fue que la dejaron a cargo, la dejaron mucho y se atornilló. No culpen a nadie. Al mejor cazador se le escapa liebre y hubo un@ al que se le escapó. A llorar pal río.
*Lustro: 5 años.