Cristian Torres, un ciudadano de Agua Negra, al sur de Tucupita, renunció a su trabajo en una finca debido al bajo pago de su contratante. Ahora prefiere vender popeyos y asegura que le va mejor. «Los ganaderos están más agarrados, ya no pagan bien», insistió.
Torres decidió renunciar a su trabajo en la isla de Guara, en el estado Monagas, porque su salario era de apenas 15 dólares semanales, un monto que aseguró es muy bajo para el trabajo que realizaba en la finca.
El ciudadano, quien tiene una familia y no cuenta con ningún otro ingreso monetario, optó por dedicarse a vender popeyos en el centro de Tucupita para así mantener a su familia.
Él lleva dos semanas vendiendo popeyos y asegura que le va mejor que en el trabajo de la finca. En un día logra vender aproximadamente entre 45 y 50 helados, a 10 bolívares cada uno.
Asegura que semanalmente obtiene un total de 2.240 bolívares, aproximadamente 40 dólares según la tasa de cambio del BCV.
Cristian Torres expresó que con lo que gana de la venta de popeyos logra mantener a su familia, no obstante, dijo que le toma un poco de tiempo venderlos todos.