Los errores de Biden en su giro para Venezuela

Prensa Prociudadanos

Recientemente, estuvo en Venezuela, Roger D. Carstens, un enviado especial para casos de rehenes del Departamento de Estado. Por lo que sé- aunque el régimen no lo ha dicho ni tampoco el Departamento de Estado-, Carstens, volvería a finales de enero o principios de febrero a Venezuela.

Casterns, es un hombre serio, pero en mi criterio demasiado esperanzado con Maduro, que es un tipo sin ningún respeto por la palabra, y más inclinado a incendiar la pradera.

Recientemente Casterns, habría elogiado a Bill Richardson, por sus gestiones humanitarias – hablo de tan sólo un par de semanas-. Richardson ha estado negociando con el régimen la liberación de americanos secuestrados en Caracas por ellos.

El régimen que no conoce nada de cómo se manejan las cosas en Washington, supone que, para hablar en nombre de EE.UU., hay que tener un carnet del gobierno americano.

Las declaraciones de Casterns, elogiando a Richardson, ex ministro de Clinton y nominado a la secretaria de Comercio por Obama, demuestran que no es así. Hace solo una semana, Richardson fue recibido por el Asesor de Seguridad de Biden.

Bajo la administración Trump y las sanciones al país, EEUU tenía la tenaza demasiado apretada. Sin embargo, la administración Biden, ha soltado demasiado la tenaza, al extremo que, casi ni se siente.

A la par el régimen se ríe de las amenazas de EE.UU., estrecha sus relaciones con Rusia y los cubanos. Mientras la oposición democrática se siente sin armas.

Casterns, terminará en un lío con el régimen. Al menos que Maduro retire su petición de un canjeo de americanos presos por el señor colombiano Alex Saab.

Como saben, siempre he estado en contra de las sanciones económicas al país. Pero, una vez que existen, su desmontamiento   tiene que darnos algo de ganancias a los que aspiramos un cambio político y de modelo económico en Venezuela.

Cualquier iniciativa de EE.UU. para dialogar con el régimen, llega al país en una posición muy débil debido a que el presidente Biden entregó previamente todas las bazas de negociación con que contaba Estados Unidos. Ha dejado de presionar.

Por ejemplo, el nombre de Mauricio Claver Carone, el Alcón de la Casa Blanca para los asuntos del Hemisferio, hacía temblar a los testaferros del régimen, a los militares (muchos de ellos eran sus confidentes), a los mercados y factores de riegos, solo con una declaración. Sin embargo, su sucesor, un joven recién estrenado en las lides de padre primerizo, ni siquiera es suficientemente conocido y temido en Venezuela.

La única voz briosa que queda es la del embajador James Story, que no saldrá del cargo aún. Pero, en el régimen hay desde el año pasado una novela – historias de ficción a la cual los jerarcas comunistas son tan aficionados- sobre que Story saldrá de su cargo. Al contrario, lo que todo el mundo sabe, es que, en el peor de los casos saldrá de ahí jubilado.

Cualquier iniciativa de EE.UU., para persuadir al régimen, tendrá en su contra, por lo menos, los cinco peores errores de Biden en su nueva política para Venezuela.

Primer error

Suponer que puso fin a una política que no había funcionado. Eso no es cierto. El propósito de liquidar al régimen de Maduro fue exitoso, en cuanto a las presiones. El problema fue que la negociación con los militares fue un error. No se les dio suficientes garantías. Además, que se quería un cambio de régimen y lo que se podía lograr era una transición, donde habían agentes del chavismo y la oposición. Sin Maduro.

Ahora EEUU, debe observar como el vecindario se le está alborotando, mientras Juan González, emite juicios más duros contra un excelente Presidente como Bukele de El Salvador, en vez de tiranías como las de Nicaragua o verdaderas amenazas como la de Petro en Colombia.

La idea de que Venezuela se trataba de una tiranía decrépita que colapsaría con el tiempo. Era, como se ha visto, una mala idea. Ahora el continente está lleno de presidente adulones del chavismo.

¿Cómo reclasificar como “país normal” a una nación calificada como terrorista, aliada de las peores tiranías islamistas —Irán, la Libia de Gadafi—, que se confabula con Cuba , Bolivia, y Nicaragua para articular una gran campaña antinorteamericana, como en los peores tiempos de la Guerra Fría?

Segundo error 

Ausencia una visión estratégica que defina cuáles son los objetivos que se persiguen. Es obvio que lo que debiera interesarle a Estados Unidos es que en Venezuela, que era un suministrador seguro y confiable petrolero, tan cercano a sus fronteras, haya un Gobierno democrático, pacífico y políticamente estable, para que no se produzcan espasmos migratorios como los que ya han trasladado al 20% de la población Venezolana a territorio latinoamericano y ciudades de EE.UU.Amén de la estampida de venezolanos qué hay por la frontera de México y EEUU.

Tercer error

El daño hecho a la oposición democrática. Tal vez es el más grave de todos. Durante décadas, el mensaje ha sido reconocer a Voluntad Popular. Porque reconocer a Guaido es reconocer solo ese partido. Y darle la posibilidad al régimen de ir con Carstens directamente, por ejemplo. Sustituyendo el método de que Washington debía mantenerse firme y remitir a la dictadura venezolana a la aduana opositora (toda la oposición), cada vez que directa o indirectamente se insinuaba la posibilidad de la negociación. El problema es entre venezolanos y debe solucionarse entre venezolanos. Con la vigilancia de EEUU, como nuestro hermano mayor de la democracia del continente.

Esos puentes directos entre el régimen y Washington,  eliminan  a la oposición toda posibilidad de ser un actor importante en la forja del destino del país. ¿Para qué hacer reformas democráticas, dirán los herederos de Chávez , si ya se nos aceptan tal y como somos?

Cuarto error.

Abandonar sanciones individuales.

Las sanciones al país eran una catástrofe. Pero ciertas sanciones individuales son necesarias. Para Estados Unidos, lo preferible es una Venezuela  rica y sosegada, antes que una Venezuela tumultuosa y empobrecida.

¿Se consiguen esos objetivos democráticos potenciando a una dinastía militar, traficante de oro, complaciente con los narcóticos, empeñada en el colectivismo, el partido único y la falta de derechos humanos? ¿Se logra fomentar una sociedad rica ignorando que El Chavismo y sus testaferros  se han dividido el aparato productivo a la manera mafiosa de Rusia?

Quinto error

De carácter legal. Estados Unidos es una república dirigida por los delegados de la sociedad seleccionados por medio de elecciones democráticas. Entre ellos, el presidente es el principal representante de la voluntad popular, pero no el único. Hay un poder legislativo que comparte muchas de las funciones con la Casa Blanca, y existe una Constitución, interpretada por el poder judicial, a la que todos deben atenerse. Como todos sabemos, la esencia de la república es la división de poderes para evitar la dictadura y para obligar a la dirigencia a buscar fórmulas de consenso.

Pues bien, Biden, tendrá que explicarles a los electores de la Florida, Tan necesario para las votaciones del Congreso, por qué se engañó a la opinión pública y por qué se engañó a los otros poderes del Estado, diciéndoles, que no haría concesiones unilaterales a menos que la dictadura venezolana diera pasos hacia la libertad y la apertura. ¿Entonces que hace gente embestida por el Departamento de Estado  aquí? ¿ No era mejor que un caso humanitario así lo manejara Bill Richardson y ver hasta donde llegaba el régimen?

Leocenis García 

CEO de Prociudadanos y LeocenisCenter

Compartir contenido

Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta