Dicen que no existen las casualidades y que la verdad siempre sale a flote, como la gota de aceite en el vaso de agua
Por Cristian Medina
El caso de los bebés morochos dejados recientemente en el materno infantil de Tucupita se sigue tejiendo. Aun cuando la información fue reservada por los médicos de guardia del centro de salud, la verdad salió a la luz.
Varios usuarios en Tucupita reprocharon lo acontecido a través de las redes sociales mostrando indignación ante un hecho de tal magnitud. Tane tanae, por su parte, ha intentado profundizar sobre lo que realmente pudo haber pasado en torno a este abandono en la sala de espera de emergencias del materno de la localidad.
Un día después de haberse hecho pública la noticia de los morochitos, finalmente se pudo conocer quiénes y por qué dejaron a los bebés bajo el cuidado de los profesionales de la salud.
El desenlace de esta triste historia culmina con dos personas detenidas y no precisamente por el caso de abandono, por ahora.
Cómo descubren a los responsables
Una pareja fue detenida este miércoles 29 de marzo en la plaza Bolívar de Tucupita por la policía municipal a cargo de Milagros Cequea, actual directora del órgano de seguridad.
Los involucrados fueron identificados como Álvaro Antonio Alcalá Rodríguez de 23 años de edad y Lisaura Silva de 19 años, ambos con residencia en La Horqueta de la capital deltana. La detención se produce luego de que aprovecharan la plaza Bolívar como ring de boxeo e irse a los golpes.
Una vez que son aprehendidos y llevados a la estación policial, los funcionarios, sobre la base de la autoridad que le confieren la ley, proceden a interrogarlos y descubren que son los papás de los morochitos abandonados.
De acuerdo a la información suministrada, el origen de la pelea se debería a posibles cargos de conciencia por una de las partes.
Este medio de comunicación conoció que una de las dos personas estaría interesada en recuperar a su bebé, pero tras la negatividad de la otra, se habría acalorado la situación dando como resultado la pelea.
Ambos afirmaron ser los padres de los niños, y que es la segunda vez que cometen un hecho similar.
Reconocieron haber dejado anteriormente a otro de sus hijos en el mismo centro de salud, pero argumentan que se debe a la falta de recursos económicos y ven como una opción ponerlos al cuidado de las enfermeras para que sean alimentados. Añaden que luego de un tiempo tienden a regresar por ellos ya cuando están saludables.
La fiscalía del Ministerio Público maneja el caso e inició sus respectivas investigaciones.
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