No habría parentesco entre ellos, con excepción del músico y el boxeador
Quien inauguró la trágica lista, Andrés David López de 24 años, exhaló el último suspiro el jueves 30 de junio de 2022, al retirársele el respirador artificial que lo mantenía con vida.
Había sido conectado cinco días antes, el sábado 25 y sus familiares, una vez evaluado el informe médico, no habiendo ningún tipo de mejoría, perdieron las esperanzas tomando la terrible decisión.
La versión oficial indicó que la víctima compartía con varios paisanos en un puesto de comida rápida ubicado en la comunidad New Grant, cuando fueron atracados.
Al parecer decidió perseguir a los malhechores recibiendo varios disparos. Por desgracia, fue el único del grupo en ser herido de muerte.
Descuartizan al músico y al boxeador
Los hermanos Maifer y Maiker López, a pesar de haber nacido en Monagas, se habían sembrado en el Delta.
Boxeador el primero y músico el segundo, desaparecieron sin dejar rastro el 11 de diciembre de 2022, para aparecer el 29 de marzo del presente año descuartizados.
Lo último en saberse fue que Maiker se presentaba en locales nocturnos y su consanguíneo le servía de acompañante, protegiéndose ambos. De nada les sirvió.
Supuestamente, aquella madrugada terminaron el espectáculo y partieron junto a trinitobaguenses de dudosa reputación, sin que se supiera, a partir de ese momento más de ellos.
Como Maifer perteneció a la selección nacional, formando parte del equipo “Caciques de Venezuela”, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de su desaparición, con resultados nulos.
Con récord de 10 victorias y 2 derrotas, era figura en Colombia y se estimaba que reunía condiciones para ser campeón mundial, sueño que pereció en el camino.
Ajustician al cuarto López
El último de los López en ser asesinado, Roger, conocido cariñosamente como “Boliche”, fue ajusticiado el pasado sábado 3 de septiembre por 4 sujetos en apariencia venezolanos, sin darle oportunidad a sobrevivir.
No les importó que se tratara de un establecimiento público, que ocurriera a pleno mediodía ni que hubiera videocámaras grabándolos, fueron a matarlo y lo hicieron. Con frialdad y determinación absolutas.
Para colmo, las imágenes viralizadas muestran cómo iba apagándose, sin que nadie a su alrededor intentara auxiliarlo. La hemorragia interna que de seguro padeció, hizo que se ahogara en su propia sangre.
A pesar de la socorrida versión de que fue objeto de una venganza o ajuste de cuentas, por un hecho suscitado en su tierra natal, nada se sabe.
Le sobreviven tres pequeños hijos.
En Trinidad no vacilan
Algo debe quedar absolutamente claro, expresándonos en lengua hamponil: “en Trinidad no juegan carrito, a cualquiera que esté en el lugar equivocado lo quiebran”.
No importa la edad o el aporte que hagas desde tu trinchera laboral al país, un mínimo descuido y puedes pasar a otra dimensión.
Por último, tristemente, al día de hoy no se reportó haber descubierto alguno de los homicidas, permaneciendo los que hayan sido, 2, 3, 4 o 10, en entera y absoluta libertad.
Quizá la justicia de la nación caribeña sea tremendamente efectiva, pero en lo que concierne a los deltanos, deja mucho que desear.
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