El CICPC esclareció el homicidio en tiempo record
23 horas transcurrieron desde que Yasmil José Cedeño Rodríguez, alias “El Niño” y Carlos Alejandro Fernández Cedeño, alias “El Culón”, presuntamente asesinaran de varios batazos en la cabeza a Jean Carlos Caraballo Vegas de 21, hasta que fueron detenidos por el CICPC.
En su furia homicida dejaron más huellas que Hansel y Gretel en el camino, con la diferencia de que nadie se las comió y los pesquisas dieron con los autores materiales del hecho rápidamente.
Todo comenzó cuando Jean Carlos cometió el error de comprar una bicicleta que había sido hurtada. Aun cuando no lo sabía, esa sería su sentencia de muerte.
Los inculpados, alegando ser los propietarios, acudieron a exigirle que se la entregara y la víctima se negó, manifestando que la pagó legítimamente.
Rabiosos por la respuesta, anhelando vengarse, le tendieron la trampa que culminó con su horrenda extinción la madrugada del pasado sábado.
Interceptándolo en el sendero a casa en la comunidad El Cafetal, municipio Tucupita, lo arrastraron hasta la capilla del cementerio nuevo donde, a eso de las 2 am, esgrimiendo un bate de madera, le propinaron varios golpes fatales en la cabeza.
Después se fueron como si nada, guardando celosamente el madero, que hoy representa la prueba de mayor peso y contundencia en su contra.
Aun dormidos, a la 1 am del domingo pensaron estar teniendo una pesadilla, al ver las esposas sobre sus muñecas, siendo conducidos bajo custodia a la delegación estadal de la policía científica en la avenida Orinoco.
Carlos de 23 años y Yasmil de 30, jamás escaparían, habían cometido un sacrilegio, lo mataron dentro de una capilla y eso Dios no lo perdonó.
A la Fiscalía II del Ministerio Publica, le corresponde fundamentar el golpe seco de otro trozo de madera, el martillazo de la justicia.
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