Lizeta contra todo tipo de pava este 31 en su informe de gestión 13

Dicen que se encomendó a quienes se han ido, comenzando por su papá, al que de seguro le pidió inspiración y sabiduría.

A esta pelotera de las grandes ligas del gobierno, con 13 años de carrera en la arena del Ejecutivo estadal, le tocará protagonizar nuevamente un acto que conoce al dedillo.

Habrá de ceñirse al efecto acumulativo, apelando a la sumatoria de iniciativas, obras y acciones, para presentar registros difíciles de alcanzar.

Por mucho que se diga que no se le conocen obras imponentes, la métrica de las construcciones, operativos, ayudas, becas, y distribución de bienes y alimentos que ha promovido, efectuado y culminado, va por encima de cualquier otra que gobernante deltano haya establecido. No en balde, han sido casi 5.000 días de mandato y más de 100.000 horas de gestión.  

También le tocará hablar de aquello en lo que más se destaca, de esa categoría deportivo política que hemos denominado resultadismo, que no es otra cosa que sus triunfos en elecciones. Allí se torna imparable.

Los comicios tienen para ella un común denominador, los aprovecha para restituir relaciones con aquellos que han osado retarla y ajusta cuentas con los que pretenden desbancarla y sustituirla; en esos procesos cíclicos se ha contentado de nuevo con medio mundo y ha debatido con la otra mitad, sacándole cuantiosa ventaja al momento de los escrutinios.

De tanto actuar de esa forma, casi con tantas elecciones a su favor como el Comandante Chávez, no le van quedando rivales. Dicen sus más cercanos que los últimos candidatos los fabricó, diseñándolos a su conveniencia y gusto.

Con 4 años de gobierno por delante, este informe de gestión tendrá una doble significación, habrá de mirar hacia atrás recordando lo que hizo y poniéndolo en su justa dimensión, y se proyectará hacia el futuro sabiendo que difícilmente gobierne 13 años más y debe ir pensando en los objetivos y metas que aún no ha cumplido.

Ni el 31 ni el 13 la asustan, tantos diciembres en la esquina de calle Bolívar le sacudieron el miedo del cuerpo y ya no la atemorizan. Este último día de marzo será uno más, y según los entendidos, uno menos en la cuenta de los años que le faltan para dejar el gobierno. Las matemáticas no se pelan.

Felicitaciones Lizeta.

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